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INVESTIGA EL PROBLEMA

El Vaticano confirma violaciones de monjas por curas y misioneros

El Vaticano confirmó este martes la existencia de abusos sexuales sufridos por religiosas por parte de sacerdotes y misioneros, precisó que han ocurrido en "un área geográfica limitada", presumiblemente Africa, y aseguró que se está "examinando el problema".

El informe que ha llevado al Vaticano a reconocer públicamente lo ocurrido ha sido publicado en el diario estadounidense National Catholic Reporter, recogido en Italia por la agencia católica Adista y un diario de difusión nacional y ha sido redactado por la religiosa americana Maria O'Donohue.

La religiosa contó casos de aspirantes a monjas que fueron violadas por los curas a los que presentaron la documentación para ingresar en los conventos y curas que acudieron a médicos "de confianza" de hospitales para que efectuasen abortos a monjas y jovencitas que habían dejado embarazadas. Sor María O'Donohue dejó sin aliento a los responsables vaticanos cuando contó el caso de un cura que obligó a una monja a la que había violado a abortar, ésta murió durante la intervención y el sacerdote ofició, sin remordimiento alguno, la misa del funeral por la desventurada.

Aunque el Vaticano no ha precisado los lugares donde ocurrieron los casos, las denuncias recogidas por la monja provinieron, según lo publicado de 23 países, entre ellos Burundi, Brasil, Colombia, India, Irlanda, Nueva Guiinea, Filipinas, Estados Unidos y hasta Italia.

El portavoz de la Santa Sede, Joaquín Navarro Valls, dijo que esas "situaciones negativas" no pueden hacer olvidar la fidelidad, muchas veces heroica, de la gran mayoría de religiosos, religiosas y sacerdotes".

El informe, según el diario, fue entregado en el Vaticano en 1995 y su destinatario fue el cardenal español Eduardo Martínez Somalo, prefecto de la Congregación para la Vida Consagrada y Camarlengo de la Sacra Iglesia Romana, quien inmediatamente creó un grupo de trabajo para estudiar los espeluznantes casos denunciados.

La difusión del Sida en Africa propició, según el informe de la monja, el que muchos curas y misioneros se "fijaran" en las monjas, al considerarlas "seguras", es decir, que no estaba infectadas por la enfermedad y muchos sacerdotes y misioneros cambiaron a las prostitutas por monjas.

También se aseguró que "exponentes" de la jerarquía, en velada alusión a prelados, obligaron a las monjas a tomar la píldora anticonceptiva y que se dieron casos de comunidades formadas por una veintena de monjas en las que todas quedaron embarazadas.

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