Menú
Alicia Delibes

Crear pensamiento

Patricia Amos es el nombre de aquella madre inglesa que fue noticia en la prensa el pasado mes de mayo porque un tribunal británico había considerado que su continua inhibición ante el “absentismo escolar” de su hijas, de 15 y 13 años, debía ser castigado con dos meses de prisión.

Una periodista del The Sunday Times publicaba el pasado 4 de agosto una larga entrevista con la inusitada reclusa a la que aún le faltaban 14 días para recuperar la libertad. “Ha sido lo mejor que me podía haber pasado. En la cárcel he mirado lo que estaba haciendo de mi vida y me ha producido un enorme disgusto. Me he podido dar cuenta de que nunca me he responsabilizado ni de mí misma ni de mis hijos”, son algunas de las palabras de Patricia Amos a su entrevistadora. Unas palabras que, sin duda, habrán producido extrañeza a muchos británicos que, en su día, encontraron la sentencia demasiado dura y que pidieron que le fuera conmutada por trabajos sociales.

Patricia Amos tiene 43 años, sigue un plan de desintoxicación con metadona porque se había hecho adicta a la heroína cuando en 1999 murió su madre. Se ha casado tres veces y ha tenido cinco hijas. Por el reportaje del Times sabemos que la mayor, Kerry, está casada y tiene ya tres niños pequeños. Las dos hijas menores, Emma y Jackie, de 15 y 13 años, viven con Patricia y han podido visitarla en la cárcel con permiso del director del colegio.

Los profesores del colegio de Emma y Jackie se han quedado asombrados del efecto que ha tenido la condena de Patricia Amos en los demás padres. Niños inscritos en sus clases y que hasta ahora les eran totalmente desconocidos han ocupado los pupitres de la escuela. Y, además, Patricia Amos planea desde su celda y con ilusión una nueva vida con sus dos adolescentes, cerca de su hija mayor y sus pequeños nietos.

Todo esto parece el final feliz de un cuento de contenido social. Quizás demasiado feliz para aceptarlo sin reservas. Pero de lo que no cabe duda es de que puede ser una ejemplarizante historia real que cuestione las teorías de quienes creen que de la cárcel y de los duros castigos sólo se puede sacar odio y rencor hacia la sociedad.

En Sociedad

    0
    comentarios