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Amando de Miguel

El sentido de la Historia y otras historias

En otros lugares de España puede uno leer este corte en algunos bares: "En este establecimiento se permite fumar". Pues bien, en Madrid observa don Carlos que el cartel reza: "En este establecimiento se permite fumar tabaco".

José Mª Navia-Osorio protesta de esa moda oficial que trata de identificar los ilustrados (de finales del XVIII) con los afrancesados (de principios del XIX). Entiendo que ambos miraban a Francia, pero también a Inglaterra y al conjunto de la Europa civilizada, que se decía entonces. Solo que los afrancesados se dejaron engatusar después por el brillo de Napoleón. Para mi gusto, ambos grupos son muy respetables, porque representan a la España culta. Entiendo también que la Guerra de la Independencia lo fue realmente porque significa la primera vez que se manifiesta la nación española como sujeto político. Paradójicamente se produce la "sincronicidad" (en el sentido de Jung) de la independencia de las colonias americanas. Era la crisis del antiguo régimen. El resultado más florido fue la Constitución de 1812. Otra paradoja, ese texto nunca estuvo vigente, pero ha sido el que ha tenido más influencia en el Derecho Constitucional español e iberoamericano. Esperemos que en 2012 todos los hispanoparlantes celebremos con ecuanimidad el bicentenario de esa carta magna. Quizá sea mucho pedir.

Daniel Gutiérrez Martínez comenta algunos datos enviados por otro ferrocarrilero. Pedro Manuel Araúz Cimarra. Precisa don Daniel que la antigua RENFE se ha desdoblado en varias compañías, una de ellas por nombre ADIF (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias). Añado que, durante los próximos decenios, muchos españoles seguirán diciendo "la RENFE" como equivalente del "tren". Una última precisión de don Daniel. El primer ferrocarril español fue, efectivamente, en Cuba, pero no en 1829 sino en 1837. El siguiente fue el de Mataró-Barcelona en 1848, una iniciativa de los ingleses para exportar los productos del Maresme. Intervengo para decir que ambos ferrocarriles fueron fundamentalmente de mercancías (cañas de azúcar, patata). El primer ferrocarril de viajeros se tendió entre Madrid y Aranjuez, creo que en 1851. La razón de ese destino es que el marqués de Salamanca (el financiero español de los ferrocarriles) tenía una gran finca de recreo en Aranjuez. Sostiene don Daniel que es falsa esa interpretación de que el ancho de vía español (más ancho que el internacional) se debió a que las pendientes ibéricas exigían locomotoras más grandes. El argumento de don Daniel se basa en que los ferrocarriles de vía estrecha se diseñaron con un ancho de vía más reducido y buenos servicios que prestaron. No me convence el argumento. Los ferrocarriles españoles de vía estrecha se hicieron para trayectos relativamente cortos, con escasa velocidad y con poca capacidad de carga. No soy ferrocarrilero, así que mi observación es de puro sentido común.

Pedro Manuel Araúz Cimarra (Manzanares de la Mancha) insiste en el carácter democrático de la fiesta de los toros, donde el público puede presionar al presidente (el árbitro) para dar uno u otro veredicto. Es más –precisa don Pedro Manuel– sucede que los espectadores de los tendidos de sol (con las entradas más baratas) suelen formar un verdadero "grupo de presión". Es el caso del famoso tendido 7 de las Ventas. Me parece un comentario muy ajustado. Añado que, en el espectáculo similar que es el rodeo norteamericano, el público no ejerce ninguna influencia en la determinación de qué vaquero se lleva la mejor puntuación. Se acude a unas reglas muy precisas de lo que debe hacerse en el menor tiempo posible. De ese modo se acumulan puntos automáticos que determinan el resultado. Esa precisión numérica es necesaria para que puedan establecerse apuestas. Es lo que sucede también en la pelota vasca o en las carreras de caballos. La metáfora de la "democracia taurina" se podría aplicar a un campo tan lejano como el de la evolución de la lengua. Cierto es que también aquí hay un "presidente" (las Academias, la autoridad de los escritores), pero lo decisivo es la opinión del público, en este caso, los hablantes, y sobre todo los escritores.

Carlos Pedraz Calvo observa una peculiaridad de la vida madrileña. En otros lugares de España puede uno leer este corte en algunos bares: "En este establecimiento se permite fumar". Pues bien, en Madrid observa don Carlos que el cartel reza: "En este establecimiento se permite fumar tabaco". Como puede verse, las autoridades madrileñas son previsoras, pues en ningún caso permiten fumar porros. De todas formas, opino que sería más justo que se establecieran las prohibiciones estrictas que fueran legales. En cuyo caso se establecería el sano principio de que "lo que no está prohibido, está permitido". Resulta absurdo fijar la lista de lo que está permitido.

Capitán Escarlata asegura que las principales consultas de las mujeres españolas en los centros de atención primaria son "el anticonceptivo postcoital, las relaciones sexuales y el deseo de tener más placer sexual". Ignoro el dato, aunque no me parece muy verosímil. Si eso fuera cierto, estaríamos ante una grave aberración de las costumbres españolas. Espero que los sanitarios me saquen de esa preocupación.

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