Pepe Navarro se está haciendo una campaña de promoción para ver si encuentra un lugar bajo las cámaras. Primero fue la entrevista “muy humana” que le hizo Pedro Ruiz en “La noche abierta” de “La 2” de TVE. Allí empezó el “gran tahúr del Mississippi” a perfilar su imagen de buen trabajador y adelantado en sus propuestas televisivas. Ahora ha sido en “La noche de Fuentes y Cía” en Tele 5 donde se le ha puesto el púlpito para que desgrane unas cuantas anécdotas sin demasiada gracia en un intento de reciclar a un hombre de televisión que está en el dique seco desde que Antena 3 le pagó por estarse quieto después de unas cuantas fechorías.
Si la entrevista que le hizo Pedro Ruiz era, como todas las de su “Noche abierta”, bastante blanda y con el evidente fin de sacar a la luz el lado bueno del chico que fue malo, su participación en el programa de Fuentes tiene que ver con la legitimación de Manuel Fuentes como una alternativa “after hours” capaz de emparentarse con los primeros espadas del género. Hace siete semanas, cuando empezó su programa, Fuentes invitó a Javier Sardá para que le diera la alternativa y el maestro estuvo a la altura, bastante mejor que en sus “Crónicas marcianas”, ya que tenía que engañar menos que en su programa. Posteriormente, sentó a su lado a Florentino Fernández, que fue un descubrimiento de Pepe Navarro, y en su última noche ha acabado por llevar al fundador de las maldades de la noche después de haber promocionado la entrevista con un “spot” en el que Navarro y Fuentes se presentaban como jugadores de poker.
La partida televisiva, sin duda, la ha ganado Fuentes porque Navarro, si es que le queda algo que no sea recordar el pasado como si fuera de gloria, estuvo bastante peor que Sardá, y, además, jugando en el campo de un chico que ha visto caer a Máximo Pradera como Javier Sardá vio desde Tele 5 como se le quitaba a Navarro “La sonrisa del pelícano”. Con la floja intervención de Pepe Navarro en un programa que tan sólo intentó destacar de él que era objeto de “leyendas” sobre su atractivo y que el primero que intentó tirarlo de su puesto fue Julio Iglesias, no parece que “el gran tahúr del Mississippi” vaya a conseguir gran cosa, a no ser que ya esté decidido darle algo si se porta bien. Aunque en Pepe Navarro eso siempre sonará a falso.
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