El grupo municipal de Izquierda Unida, que gobierna junto al PSOE en el Ayuntamiento de Leganés, proyecta comprar una estatua en bronce del “Che” Guevara para erigirla en este municipio del sur de Madrid. Para financiar su coste (1 millón de pesetas) han propuesto una suscripción pública. Y para crear una ambiente “favorable” a la propuesta, han empezado a organizar jornadas y debates sobre la figura del revolucionario argentino. El coordinador local de IU, Eduardo Cuenca, señala que “este hombre [el “Che”] renunció a todo por sus ideales de libertad, de lucha contra las desigualdades sociales y de compromiso con la gente, con honestidad y coherencia”.
Reivindicar la figura del revolucionario argentino, a estas alturas y en estas fechas, sólo puede ser fruto de la ignorancia, de la mala fe, o de ambas cosas al mismo tiempo. ¿Exageramos? Basta con citar unas líneas del Che: "El odio será un elemento de la batalla, un odio sin piedad contra el enemigo, que inspirará a los soldados de la guerrilla a hacer esfuerzos sobrehumanos y los transformará en una efectiva, violenta y seleccionada maquina de matar a sangre fría. De esta manera deben ser nuestros soldados; una nación sin odio no puede triunfar sobre un enemigo brutal". Ben Laden no habría arengado mejor a los asesinos de Nueva York.
Si los ediles de Leganés no tenían otra cosa mejor que hacer, ¿no hubiera sido más oportuno, y más acorde con los valores que la izquierda dice defender, proponer la dedicatoria, por ejemplo, de una calle o una lápida a los muertos de Nueva York? Probablemente, pero la oportunidad y el buen gusto rara vez han sido patrimonio de la izquierda.