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El despropósito económico de los indignados

Las cosas deben quedarse como están, y si a Zapatero se le ha acabado el dinero, que apoquinen Merkel y Sarkozy (es decir, los sufridos contribuyentes teutones y galos).

UrbanMin dijo el día 19 de Junio de 2011 a las 18:31:

Un 10% del PIB empieza a ser serio, pero mientras no se aproxime como poco al 25% del PIB anual, como que me parece poco frente al otro y aún muy principal estropicio económico, que es el atraco inmobiliario. Llega un paciente inconsciente, epiléptico, con hundimiento craneal y amigdalitis. Receta liberal: Clamoxil para las amígdalas que están demasiado rojas, y pa'casa, que el traumatismo craneoencefáfico es privado (y no particularmente rojo si no sangra). El baile de San Vito también es libre.

Mi receta sería una "ley de punto final inmobiliario": quitar un cero de todas las deudas vivas por vivienda (por ejemplo un piso de 250.000 euros queda en 25.000), y eventualmente de los pisos no vendidos pero no contemplaré ese caso, subvencionando el estado lo que falte hasta cubrir todos los costes materiales (labores constructivas, industriales, administrativas etc al precio ya contratado y eventualmente pagado) más los costes financieros de dichos costes materiales. Se excluyen todos los demás conceptos incluido suelo. Tampoco se devuelve un céntimo a quien ya haya pagado de más, pero el resto de su deuda queda anulada.

Ejemplos: piso de 250.000 euros cuya construcción costó 35.000 (caso típico). Si el comprador ya pagó 35.000 o más, deuda saldada y sin derecho a subvención. Si pagó entre 25.000 y 35.000, deuda saldada y el estado apoquina lo que falte hasta 35.000. Si pagó menos de 25.000, debe pagar aún lo que falte hasta 25.000 y el estado 10.000.

Letra pequeña: de las subvenciones adeudadas a cada constructor se detraerán los pagos en exceso realizados por otros compradores a ese mismo constructor. Pero en ningún caso los constructores devolverán dinero a los compradores ni al estado (en caso de "subvención negativa"), ni los compradores entre sí.

En términos de PIB no creo que estas subvenciones vayan más allá del 0,2%, aunque la cantidad detraída de los constructores (sin hacerles perder dinero respecto a su inversión) sí sería mucho mayor.

No es verdad que bancos, políticos y constructores sean independientes unos de otros. Que eso sea lo ideal, lo deseable o lo liberal no lo convierte en lo verdadero. Lo propuesto aquí implicaría un reconocimiento de dicha realidad prácticamente oficial, pero no es este reconocimiento (al que algunos pudieran temer por sí mismo) el objetivo de la medida. El objetivo es meramente técnico-económico, y consiste en quitar el tapón de cemento armado que está impidiendo la actividad económica. La gente no compra ni invierte porque no tiene dinero, y no lo tiene porque lo debe. ¿Es legítima esa deuda? Parte sí y parte no.

No soy ideológicamente contrario a la especulación, pero sí a garantizar sus resultados económicos pase lo que pase, desde el estado, las leyes o la corrupción estatal, inmobiliaria o no. Si alguien especula y gana menos de lo que esperaba, que se aguante. Otros incluso pierden.

nw_spain dijo el día 19 de Junio de 2011 a las 15:54:

Como bien dice Jorge Valín en la última entrada de su blog, en España —y Europa en general— el ciudadano es de izquierdas y se inclina por el control económico y social del Estado.

Así no hay nada que hacer.