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Pedro de Tena

Epístola cansada a los rebeldes andaluces

Caros y desgraciados hermanos rebeldes de Andalucía, os espero en el monte donde habita el olvido.

Caros y desafortunados hermanos, en épocas de anticipación haced mudanza y más pronto que tarde. Ya sabéis que Kant y su ética de la convicción –que pretenden tratar a todo ser humano como un fin en sí y nunca como un medio– han muerto a manos de la ética de la responsabilidad, es decir, a manos del fin que justifica los medios, que hizo célebre a Maquiavelo. Vosotros, amados rebeldes andaluces, pertenecéis a ese escogido y cada vez más minúsculo grupo que sabe que desde 1979 se perpetró en el sur de España un atentado sistemático contra la democracia liberal –que es la única que hay, que sepamos–, cometido por las izquierdas de raíz marxista y sus cómplices.

Desde 1982, el PSOE tejió su frondosa tela de araña, colocando miles de afines en la nueva administración autonómica, decidiendo quién entraba y quién no en ayuntamientos y diputaciones, trampeando subvenciones y adjudicaciones para beneficiar a los propios, estructurando una administración paralela incontrolable para la oposición, ocupando los ahorros de los andaluces y sus cajas, penetrando la enseñanza y la sanidad, impidiendo a la oposición disponer de radios y televisiones privadas si eran muy díscolas, colonizando a dedo Canal Sur Radio y TV, comprando voluntades y estructuras en sindicatos y patronal y organizando, por no cansaros, una densa agit-prop por la que ser empresario era ser cruel y explotador; ser de derechas, liberal, democratacristiano o simplemente discrepante era ser franquista y/o de extrema derecha; incluso ser de izquierdas disidentes era ser extraterrestre; no ser lector de El País era ser "fachilla" (Esperanza Oña dixit) y ser independiente y crítico era ser antiandaluz y candidato a una de las cruces (muchas más de las dos que contó el vasco Larrea) del monte del olvido. La telaraña se tejió a veces con la ayuda de un andalucismo terminal y, hasta hace poco, con la ayuda de un canoso comunismo que va camino del muro de las lamentaciones. Y aquí está, sobre nosotros, espesa, terca, injusta y venenosa.

Rebeldes andaluces, amigos y hermanos, haced un hatillo con la máxima celeridad porque no tenéis otra cosa que hacer salvo fugaros. Tras más de treinta años esperando y promoviendo el cambio y ansiando la necesaria alternancia democrática, os encontráis ahora en la puerta de un infierno donde, como en el dantesco, hay que perder toda esperanza. Mirad, incluso si ganara el PP andaluz por mayoría absoluta, eventualidad harto improbable, no podría/querría dar fin a este régimen de cosas. La ética de la responsabilidad a escala nacional le haría –ya le ha hecho– mantener en lo esencial las columnas del régimen para que el PSOE pudiera seguir siendo su alter ego en la política nacional. De no ganar por mayoría absoluta, podría gobernar con el apoyo tácito del PSOE y entonces idem de lo mismo: el régimen seguiría en pie. De vencer el PSOE, aun con minoría mayoritaria, gobernaría con el apoyo tácito del PP –algo ya prometido–, de Podemos o incluso de IU y el régimen permanecería imperturbable. De ganar Podemos no lo haría por mayoría absoluta, luego precisaría del PSOE o del PSOE más IU. Tampoco consentirían el desmantelamiento del régimen. O sea, el régimen será eterno y Andalucía nunca conocerá una democracia digna de ese nombre. Heráclito ha muerto. Aquí pasa la misma agua infinitas veces por el mismo río.

¿Qué será de nosotros, tontos del bote de la ética de la convicción y de la Andalucía civil, moral y levantada? ¿Qué será de los martilleros de la corrupción, del sectarismo, del nepotismo y de la ineficacia? Pues os lo explicaré con una parábola:

Se acercó un joven al maestro y le preguntó si el limbo existía. El maestro meditó unos momentos y respondió: "Claro que sí, hijo mío". "Pero maestro –protestó el muchacho–, ¿cómo puede saberse?". Y entonces el maestro respondió: "Tú eres la prueba definitiva de que el limbo existe, porque si no, ¿a dónde ibas a ir?".

Caros y desgraciados hermanos rebeldes de Andalucía, os espero en el monte donde habita el olvido, justo en el centro de gravedad de las catacumbas del limbo.

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