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Zoé Valdés

Los Castro y la líder Y coinciden en la prostitución

Con los cambios fraudes en Cuba, el régimen de Castro II opta por flexibilizar temas como la homosexualidad y la prostitución.

Hace algunos años, en los noventa, cuando el jineterismo y el pinguerismo, o sea, la prostitución de ambos sexos se convirtió en la primera fuente de recursos de las cubanas y de los cubanos en Cuba, Fidel Castro dio uno de esos interminables discursos, (sí, cuando aquello todavía podía darlos), en que hizo la apología de la prostitución cubana.

Frente a todo un pueblo y sin ningún tipo de vergüenza manifestó que las jineteras cubanas eran las más educadas, las más saludables (de paso hacía publicidad de su depauperado sistema de educación y salud) y las más baratas del mundo. No me lo contó nadie, lo oí yo como los once millones de cubanos de la isla que también lo oyeron aquel mediodía. Curiosamente es un discurso que no he podido encontrar en internet.

Sin embargo, las recogidas multitudinarias de jineteras y de pingueros por parte de la policía, el chantaje al que eran sometidos, la violencia: pelaban al rape a las mujeres y las encerraban durante meses a trabajar en granjas en el campo, realizando trabajos rudos; el despojo de todos sus bienes, no cesó e incluso se incrementó.

Hoy, con los cambios fraudes en Cuba, el régimen de Castro II opta por flexibilizar temas como la homosexualidad y la prostitución, poniéndolos en una misma balanza, como ha hecho Mariela Castro con la persecución de homosexuales, que ha conseguido que impedirlo a medias se convierta en su fondo de comercio; ya que sólo son perseguidos los gays y lesbianas que no están de parte del régimen, los que adhieren al régimen a través de la politiquería baratucha de Mariela Castro, ésos se salvan.

Y si eres puta y pinguero y chivateas, o sea, si cooperas con el régimen, entonces puedes putear de lo lindo y casi libremente, al menos más un poco más libres que los otros, que no son libres, de hecho.

En una sociedad comunista donde los trabajadores apenas tienen derechos a nada, y son pagados y tratados como esclavos, poner en una balanza a favor de la prostitución y mejores tratos a la profesión antes que lo derechos de los trabajadores, resulta cuando menos hipócrita e inescrupuloso. Es lo que hace Yoani Sánchez en este video emulando a Mariela Castro, o sea, en su misma cuerda.

No voy a entrar en el tema de la prostitución, que fue no sólo eliminada, combatida, perseguida en Cuba por los barbudos, mientras ha existido siempre en el mundo entero; sino que ahora, al parecer -ya que asumen y hasta tienen un nuevo periódico aparte del Granma-, que la prostitución puede atraer divisas a la dictadura.

Entonces, ni cortos ni perezosos, ya salen voces como la de la bloguera, a pedir que las jineteras y los pingueros entren por la vía oficial de los sindicatos y paguen impuestos, claro está, que de eso es de lo que se trata, de ponerlos a putear para ganancia de la dictadura que los oprime.

A mí ya no me extraña nada, y de esta empresaria, tal como ha empezado a autodenominarse la señora Sánchez, que es un producto típico del castrismo menos todavía. Ya veremos cuando el castrismo se canse de ella y sobre todo, cuando deje de serles útil. Lo que trajo el barco.

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