L D (EFE) El maletín se hallaba en el interior del automóvil de Bassi, aparcado en el arcén de una carretera local en las cercanías de la localidad de Rubiano, y fue entregado a los fiscales de Parma que se ocupan del caso. Bassi, de 42 años, se ocupaba de la valoración de costes de materias primas en el seno del grupo lácteo, en el que había trabajado durante diez años, en colaboración con dos de sus directores financieros, Fausto Tonna y Luciano Del Soldato, actualmente en la cárcel.
Tonna está considerado el "cerebro" de un complejo entramado de operaciones financieras ilegales durante los últimos quince años que han finalizado con un agujero de al menos 10.000 millones de euros. El suicida, que falleció al lanzarse de una altura de veinte metros sobre el cauce de un pequeño arroyo, no ha dejado mensaje alguno en el que explicase los motivos de su gesto.
Su muerte ha causado sorpresa en el ámbito de la investigación, ya que aunque Bassi había sido interrogado como testigo el pasado martes por la fiscal Antonella Ioffredi, no figuraba como imputado, ya que se le consideraba ajeno a las operaciones que han llevado a la bancarrota a Parmalat. Los investigadores creen que su conocimiento de la empresa podía ayudar a esclarecer el desvío de fondos y estaba previsto volver a interrogarle en los próximos días.
Sin embargo, su continuidad en la sociedad tampoco corría peligro y no se había considerado apartarlo de su puesto de trabajo, según informó el nuevo equipo gestor de la firma que dirige el comisario extraordinario Enrico Bondi, nombrado por el Gobierno. En un comunicado difundo por la empresa, el propio Bondi ha expresado su pesar por lo ocurrido y transmitido el pésame a la familia.
Tonna está considerado el "cerebro" de un complejo entramado de operaciones financieras ilegales durante los últimos quince años que han finalizado con un agujero de al menos 10.000 millones de euros. El suicida, que falleció al lanzarse de una altura de veinte metros sobre el cauce de un pequeño arroyo, no ha dejado mensaje alguno en el que explicase los motivos de su gesto.
Su muerte ha causado sorpresa en el ámbito de la investigación, ya que aunque Bassi había sido interrogado como testigo el pasado martes por la fiscal Antonella Ioffredi, no figuraba como imputado, ya que se le consideraba ajeno a las operaciones que han llevado a la bancarrota a Parmalat. Los investigadores creen que su conocimiento de la empresa podía ayudar a esclarecer el desvío de fondos y estaba previsto volver a interrogarle en los próximos días.
Sin embargo, su continuidad en la sociedad tampoco corría peligro y no se había considerado apartarlo de su puesto de trabajo, según informó el nuevo equipo gestor de la firma que dirige el comisario extraordinario Enrico Bondi, nombrado por el Gobierno. En un comunicado difundo por la empresa, el propio Bondi ha expresado su pesar por lo ocurrido y transmitido el pésame a la familia.