L D (EFE) Webó reconoce que "se vio poco fútbol" sobre el Sánchez Pizjuán, aunque matiza: "Usted sabe lo que es la gente del Sevilla, su mentalidad, quieren ganar con poco fútbol y mucha lucha. Es curioso que siempre pase con el Sevilla y resulta que los que se ponen a reclamar y llorar son ellos".
El jugador camerunés destaca que los rojillos se defendieron ante las provocaciones locales, que según la plantilla navarra y el propio técnico, Javier Aguirre, fueron los que "calentaron" el partido mentando viajas rencillas entre ambos clubes desde hace dos años. "Nosotros fuimos a jugar un partido, queríamos ganar por nuestro orgullo y por la afición, por la mala racha que llevábamos. El partido se dio así y desafortunadamente perdimos nosotros. Nosotros salimos a jugar y cuando se pone el partido tenso nos defendemos", dice.
Preguntado por la agresión que recibió de Javi Navarro, responde: "Tengo arañazos en toda la cara, pero son cosas de fútbol y eso se queda en el campo, no voy a seguir lamentándolo. No voy a llorar porque son cosas de hombres". "Ya había vivido este tipo de partido en Uruguay y contra el propio Sevilla en la primera vuelta, pero son cosas del fútbol y siempre hay revanchas lindas en el fútbol", añade. Webó, al igual que el resto de sus compañeros, no pudo abandonar el Sánchez Pizjuán hasta una hora después de finalizar el encuentro: "La afición estaba tensa como los jugadores, aunque después de tranquilizaron las cosas. Sevilla es Sevilla y como dijo uno de ellos nos tienen ganas y nosotros no nos vamos a dejar, sólo nos vamos a defender".
En este sentido, la prensa navarra, que critica el bochornoso espectáculo vivido en Sevilla, tanto por parte de los sevillistas como de los navarros, denuncia en sus páginas lo acontecido tras el partido. Los rotativos de la Comunidad Foral denunciaron la falta de organización del Sevilla, lo que impidió que los periodistas recabaran las impresiones de los jugadores rojillos hasta la llegada de la expedición osasunista al hotel. Asimismo, apuntan que el equipo y la prensa fue insultada por los seguidores sevillistas apostados en las inmediaciones de los vestuarios, donde la plantilla navarra debió esperar una hora hasta que pudo salir resguardada por la Policía Nacional.
El jugador camerunés destaca que los rojillos se defendieron ante las provocaciones locales, que según la plantilla navarra y el propio técnico, Javier Aguirre, fueron los que "calentaron" el partido mentando viajas rencillas entre ambos clubes desde hace dos años. "Nosotros fuimos a jugar un partido, queríamos ganar por nuestro orgullo y por la afición, por la mala racha que llevábamos. El partido se dio así y desafortunadamente perdimos nosotros. Nosotros salimos a jugar y cuando se pone el partido tenso nos defendemos", dice.
Preguntado por la agresión que recibió de Javi Navarro, responde: "Tengo arañazos en toda la cara, pero son cosas de fútbol y eso se queda en el campo, no voy a seguir lamentándolo. No voy a llorar porque son cosas de hombres". "Ya había vivido este tipo de partido en Uruguay y contra el propio Sevilla en la primera vuelta, pero son cosas del fútbol y siempre hay revanchas lindas en el fútbol", añade. Webó, al igual que el resto de sus compañeros, no pudo abandonar el Sánchez Pizjuán hasta una hora después de finalizar el encuentro: "La afición estaba tensa como los jugadores, aunque después de tranquilizaron las cosas. Sevilla es Sevilla y como dijo uno de ellos nos tienen ganas y nosotros no nos vamos a dejar, sólo nos vamos a defender".
En este sentido, la prensa navarra, que critica el bochornoso espectáculo vivido en Sevilla, tanto por parte de los sevillistas como de los navarros, denuncia en sus páginas lo acontecido tras el partido. Los rotativos de la Comunidad Foral denunciaron la falta de organización del Sevilla, lo que impidió que los periodistas recabaran las impresiones de los jugadores rojillos hasta la llegada de la expedición osasunista al hotel. Asimismo, apuntan que el equipo y la prensa fue insultada por los seguidores sevillistas apostados en las inmediaciones de los vestuarios, donde la plantilla navarra debió esperar una hora hasta que pudo salir resguardada por la Policía Nacional.