L D (EFE) En declaraciones a Radio Mitre , el abogado del Pelusa, Héctor Leguizamón, ha dicho que "además de la salud de Diego" se evalúan las consecuencias que dejó el paso del huracán "Iván" por Cuba, donde "aparentemente recién van a abrir los aeropuertos mañana (miércoles)".
El letrado ha confirmado que "ningún integrante de la familia se opuso" a la resolución judicial que la semana pasada había autorizado al ex capitán de la selección argentina a viajar a la isla caribeña. "La salud está mejorando, pero desde el punto de vista médico entiendo que no ha recibido el alta y habrá que ver la evolución para que viaje", agregaba. Leguizamón ha dicho que Maradona permanece en el centro de recuperación de las afueras de Buenos Aires en el que se encuentra internado desde el pasado mes de mayo y que "todavía no se enteró de que ya está firme la autorización para que vaya a Cuba".
Antes de ser ingresado en ese neuropsiquiátrico, el ex jugador estuvo varios días en estado crítico en el centro médico donde fue atendido el último fin de semana, en aquella ocasión por una grave afección cardíaca y respiratoria. Con el consentimiento de su familia, la justicia autorizó a Maradona a viajar a Cuba con la condición de que el tratamiento que reciba allí esta vez sea en un "régimen de comunidad cerrada". El Pelusa pasó casi cuatro años en Cuba en un centro abierto denominado Las Praderas, pero ahora el lugar elegido es el Centro Médico Censam de La Habana, dependiente del Ministerio de Defensa.
"Lo que dice Diego es que él quiere internarse allí y en este momento es la única clínica idónea para tratarlo", manifestaba Leguizamón, para luego señalar que "la resolución judicial establece que vayan a Cuba dos personas de la familia". "En el expediente están mencionados el padre, don Diego, y su hermana Ana, quienes no necesariamente tienen que estar con Maradona en el avión sino acompañarlo en el tratamiento", aclara. El viaje estaba inicialmente previsto para el miércoles pasado, pero fue aplazado debido a problemas legales y administrativos, y hasta ahora no hay nueva fecha para la partida.
El letrado ha confirmado que "ningún integrante de la familia se opuso" a la resolución judicial que la semana pasada había autorizado al ex capitán de la selección argentina a viajar a la isla caribeña. "La salud está mejorando, pero desde el punto de vista médico entiendo que no ha recibido el alta y habrá que ver la evolución para que viaje", agregaba. Leguizamón ha dicho que Maradona permanece en el centro de recuperación de las afueras de Buenos Aires en el que se encuentra internado desde el pasado mes de mayo y que "todavía no se enteró de que ya está firme la autorización para que vaya a Cuba".
Antes de ser ingresado en ese neuropsiquiátrico, el ex jugador estuvo varios días en estado crítico en el centro médico donde fue atendido el último fin de semana, en aquella ocasión por una grave afección cardíaca y respiratoria. Con el consentimiento de su familia, la justicia autorizó a Maradona a viajar a Cuba con la condición de que el tratamiento que reciba allí esta vez sea en un "régimen de comunidad cerrada". El Pelusa pasó casi cuatro años en Cuba en un centro abierto denominado Las Praderas, pero ahora el lugar elegido es el Centro Médico Censam de La Habana, dependiente del Ministerio de Defensa.
"Lo que dice Diego es que él quiere internarse allí y en este momento es la única clínica idónea para tratarlo", manifestaba Leguizamón, para luego señalar que "la resolución judicial establece que vayan a Cuba dos personas de la familia". "En el expediente están mencionados el padre, don Diego, y su hermana Ana, quienes no necesariamente tienen que estar con Maradona en el avión sino acompañarlo en el tratamiento", aclara. El viaje estaba inicialmente previsto para el miércoles pasado, pero fue aplazado debido a problemas legales y administrativos, y hasta ahora no hay nueva fecha para la partida.