L D (EFE) El fallo del Premio se dio a conocer en la noche de este jueves en una cena, a la que acudió la ministra de Cultura, Carmen Calvo y representantes de la vida cultural, política y social, como la concejala de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Madrid, Ana Botella; el director de la Real Academia de la Lengua, Víctor García de la Concha; el psiquiatra José Luis Pinillos; Luis García Berlanga, Raphael, Natalia Figueroa, Luis María Ansón, y numeroso representantes del mundo de la edición.
El jurado que ha otorgado estos galardones ha estado formado por los creadores del Premio: Jorge Herralde, de Anagrama; Joaquín Palau, de Destino; Pilar Cortés de Espasa; José Huerta, de Lengua de Trapo; Claudio López Lamadrid, de Mondadori; Carlos Pujol, de Planeta; Nuria Tey, de Plaza & Janés; Manuel Borras, de Pre Textos; Pere Gimferrer, de Seix Barral; Ofelia Grande, de Siruela y Beatriz de Moura, de Tusquest.
La novela ganadora se ha impuesto a las otras cuatro finalistas, "Memoria de mis putas tristes", de Gabriel García Márquez (Mondadori); "Castillos de cartón", de Almudena Grandes (Tusquets) "La mosca soldado", de Marco Veloz Maggiolo (Siruela) y "2666", de Roberto Bolaño, y que recibirán 60.000 euros, de los 150.000 de los que está dotado el Premio, para su mejor promoción. "Esta novela ha sido posible por un acto de amor hacia la vida de Cervantes, y el Quijote. Este premio se lo dan a Cervantes y eso es lo importante", dijo Trapeillo al recibir el Premio.
Trapiello subrayó que este libro es un viaje. "He escrito esta novela buscando compañeros de viaje, y quiero decir que este Premio es más audaz que cualquiera de los otros que he podido recibir". "Al morir Don Quijote" es una novela en la que los personajes que rodearon al caballero de la triste figura reviven para darse cuenta de que "el mundo será mejor cuantos quijotes haya" y de que "la literatura y la vida son una tarea común", explicaba Trapiello cuando presentó el pasado octubre su libro ganador.
Trapiello aseguró que le gustaría que el libro sirviera como una puerta de entrada y salida para "El Quijote", para la gente que lo ha leído ya y para la que no lo ha leído nunca", una idea que volvió a recalcar. "Don quijote respira a través de todos los personajes, explicó el escritor, quien aclaró que todos ellos se han dado cuenta que nadie es más libre que el que es loco y nadie es más justo que el que es libre". Este Premio, que se conoce popularmente como el Premio de los editores, galardona el libro que cualquiera de las editoriales que lo han fundado quisieran haber publicado, como reconoció José Huerta, director de Lengua de Trapo.
Por otra parte, la novela "2666", editada por Anagrama, la obra póstuma del chileno Roberto Bolaño, fallecido en Barcelona en 2003, de más de mil páginas, ha obtenido el Premio a la mejor novela acogida por la critica en 2004, y es que desde que saliera no ha parado de recibir elogios y el pasado mes de febrero obtuvo el prestigioso Premio Salambó.
Al igual que "La Sombra del viento", de Carlos Ruiz Zafón, editada por Planeta, y premiada por ser la más vendida en 2004, desde que quedara finalista del Premio Azorín en 2000, no ha parado de cosechar éxitos. Y un libro del que ya se han vendido un millón y medio de copias en castellano y un millón quinientos en otros idiomas. En Francia obtuvo el Premio al mejor Libro extranjero al 2004 y en Alemania llegó a recomendarla en Televisión el ministro Joschka Fischer.