L D (Europa Press) Durante toda la jornada del jueves, los miembros de la Ponencia se reunieron en el Parador de Sigüenza (Guadalajara) para negociar el paquete lingüístico que puso de manifiesto las discrepancias entre los dos bloques. Por un lado los minoritarios, que defendían regular el uso de las lenguas cooficiales como un derecho de los diputados, sin cortapisas apriorísticas. Por otro, el PP, que rechaza de plano cambiar la regulación actual que establece el castellano como única lengua.
ERC ha adelantado que no aceptará un texto sin reconocimiento de las lenguas y que, por tanto, "no renunciará a la insumisión lingüística" en las sesiones plenarias del Congreso. Además, estos partidos -que se autodenominan el 'grupo de Sitges' por haber acordado allí sus enmiendas conjuntas- exigen al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que "cumpla su palabra" sobre la regulación del uso del catalán, el euskera y el gallego en el Reglamento.
Ante esta disyuntiva, los grupos minoritarios manifestaron su disposición para "rebajar el listón" y aceptar la "fórmula Marín", inspirada en un criterio de flexibilidad que el presidente de la Cámara puso en práctica unas semanas permitiendo un uso del catalán, gallego y euskera en los Plenos por un tiempo limitado y seguido de la traducción al castellano.
El PSOE aportó alternativas de "tono menor", pero los populares les recordaron el acuerdo que suscribieron para reformar el Reglamento, que impide introducir modificaciones sin contar con el consenso de ambas. Con este órdago, el PSOE desechó la introducción de enmiendas sin apoyo del PP y que promovían el uso de las lenguas cooficiales en la web del Congreso, en el material que se reparte a los diputados o en los escritos que dirigen las instituciones a la Cámara.
Asimismo, CiU, PNV y ERC recordaron al jefe del Ejecutivo su promesa sobre el uso de las lenguas cooficiales en el nuevo Reglamento. "Señor presidente del Gobierno, cumpla su palabra", espetó Jané, a lo que Tardá añadió que el actual panorama "no tiene nada que ver con los compromisos adquiridos por Zapatero en la Cámara".
En cualquier caso, el grupo de Sitges no da por roto el proceso de reforma del Reglamento de 1982 y se muestra "receptivo" a escuchar propuestas para encontrar una salida al "bloqueo" con el terminó anoche la Ponencia. "El balance es positivo. No queremos romper la baraja y dar por acabadas las reuniones de la ponencia", dijo Jané.