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Máximo Cajal responsabiliza a la prensa europea de la violencia por publicar "las 12 estúpidas viñetas"

Máximo Cajal es el embajador personal de Zapatero ante la ONU para la "Alianza de Civilizaciones" y conocido por publicar un libro en 2003 en el que aboga por entregar Ceuta y Melilla a Marruecos. En un artículo publicado este martes en El País y que titula Blasfemia arremete contra la prensa europea por publicar "las 12 estúpidas viñetas". Incluso insinúa que los diarios europeos provocaron conscientemente la reacción violenta en el mundo islámico. Cajal lo considera un "atropello" que pone de manifiesto la necesidad de la Alianza de Civilizaciones.

Máximo Cajal es el embajador personal de Zapatero ante la ONU para la "Alianza de Civilizaciones" y conocido por publicar un libro en 2003 en el que aboga por entregar Ceuta y Melilla a Marruecos. En un artículo publicado este martes en El País y que titula Blasfemia arremete contra la prensa europea por publicar "las 12 estúpidas viñetas". Incluso insinúa que los diarios europeos provocaron conscientemente la reacción violenta en el mundo islámico. Cajal lo considera un "atropello" que pone de manifiesto la necesidad de la Alianza de Civilizaciones.
(Libertad Digital) El artículo de Cajal en el diario del Grupo Prisa tiene especial relevancia ya que este diplomático ha sido designado por Zapatero como su embajador en la ONU para la Alianza de Civilizaciones y le ha encomendado que desarrolle la propuesta en Naciones Unidas.
 
Cajal, que hace unos meses apostaba por "no olvidar" los excesos del fanatismo cometidos "no hace tanto, por la cristiandad", se muestra especial crítico con la prensa europea por la publicación de las caricaturas y muy compresivo con la ola de violencia fanática –en la que han muerto más de 15 personas y se han quemado embajadas europeas– que ha desatado en los países de mayoría musulmana.
 
Según el diplomático español "el daño está hecho, y de qué manera. Las 12 estúpidas viñetas publicadas el pasado 30 de septiembre por Jylland-Posten, -la "frivolidad trágica" que hace unos días denunciaba Jean Daniel en este mismo periódico-, han circulado como un reguero de pólvora por el mundo islámico. Lo peor, la carga de menosprecio que lleva aparejada. Pero también la combinación de aparente desconocimiento y de inoportunidad, suponiendo que hubiera un momento oportuno para ponerlas en circulación".
 
Cajal responsabiliza directamente a la prensa europea: "¿No podían prever los responsables del diario danés la sacudida emocional que un paso semejante, que a nada respondía, iba a desencadenar en la comunidad musulmana, en la Umma, por muy rechazables que sean algunas de sus manifestaciones concretas? Y de nada vale apuntar a tal o tal imán como el detonante del incendio. Hay suficientes precedentes, sin necesidad de ir a Salman Rushdie, para que nadie se sorprenda lo que fatalmente ha sucedido".
 
La "mano derecha" de Zapatero en la Alianza de Civilizaciones tiene esta particular visión de las agresiones violentas desatadas en los países islámicos: "La inaceptable violencia de los manifestantes da también la medida de su frustración y de su encono". Y añade: "no queda, a mi juicio, resquicio por el que pueda colarse explicación o justificación algunas a este atropello, del que están sacando partido todos los extremos".
 
En su extenso artículo de El País, además de culpar a las sociedades libres y democráticas de la violencia e intransigencia del mundo islámico, tiene tiempo Cajal para publicitar la "titánica" tarea de la Alianza de Civilizaciones. Dice Cajal que "se pone así de manifiesto, aunque no sea para celebrarlo, la actualidad, así como la virtualidad" de la misma. Y nos explica en que consiste lo que define como alianza de valores: "se trata es de remover barreras mentales, percepciones indeseables que nos han sido implantadas por prédicas de todo tipo, seguras de sí mismas, en posesión de verdades incontrovertibles y, por ello, casi siempre excluyentes". Eso sí, sin publicar caricaturas.

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