L. D.- Uno de los 95 radares operativos que se ocultan dentro de las grandes esferas del centro de espionaje de Menwith Hill, en Inglaterra, ya recibe información del satélite lanzado el 9 de octubre por los Estados Unidos para seguir todos los movimientos que se registran en el norte de España y el sur de Francia. El centro de escucha y análisis que la Agencia de Seguridad Nacional de EEUU (NSA) tiene en la elevada planicie de Northumbria, en Inglaterra, recibe perfectamente la señal del nuevo satélite, interconectado con varias decenas más orbitando alrededor de la Tierra.
El nombre oficial de Menwith Hill es el de Estación Espía F-83 y se extiende sobre un kilómetro cuadrado en el que sólo los EEUU tienen jurisdicción, ni el Reino Unido ni la Unión Europea pueden intervenir en lo que suceda allí adentro. La NSA tiene destacados en la F-83 a unos 2000 agentes norteamericanos, entre expertos en descodificación, matemáticos y lingüistas –entre ellos, traductores de euskera– capaces de entender mensajes en más de cien lenguas distintas.
Echelon existe y funciona
Desde hace muchos años se viene especulando con la posibilidad de que exista un sistema operativo de espionaje global coordinado por EEUU, el Reino Unido y otros países de habla inglesa bajo el nombre de Echelon. Según Gordon Thomas, el desarrollo de Echelon costó 20.000 millones de pesetas y comporta unos gastos anuales de otros 3000 millones para coordinar y mantener los 20 satélites INTELSAT que se controlan desde Menwith Hill.
Funciona como lo hacen los buscadores de Internet. Un inmenso servicio de archivo almacena conversaciones telefónicas, imágenes captadas por satélite y mensajes de todo tipo. En un solo minuto, la NSA puede manejar más de 100 millones de conversaciones intervenidas. En los archivos hay almacenadas fotografías, alias y detalles biográficos de sospechosos. En el caso de miembros de ETA, todos los terroristas condenados cuentan con una ficha en este sistema, según afirma Gordon Thomas, así como los sospechosos de pertenecer a ETA y hasta sus familias, parientes lejanos y hasta amigos y conocidos.
Desde ahora, con el nuevo satélite espía situado sobre el norte de España y el sur de Francia, se conocerán todos los movimientos de miembros de ETA o personas relacionadas con la banda. Cuando un agente introduzca una búsqueda en el sistema, según afirma el periodista irlandés, los satélites empezarán a procesar cualquier movimiento relacionado con esa persona y determinará su ubicación exacta en ese momento. Los satélites y la red espía son capaces de rastrear movimientos de tarjetas de crédito, tarjetas de embarque expedidas al nombre verdadero del espiado o a un nombre falso, etc.
Sin embargo, la base de Menwith Hill es sólo un eslabón del engranaje de la NSA norteamericana. El centro de operaciones se encuentra en Fort Mead, en el estado de Maryland, a las afueras de Washington. 44.000 empleados utilizan los servicios de espionaje más avanzados del mundo y manejan al año un presupuesto de 16.000 millones de dólares, casi 3 billones de pesetas. A partir de ahora, como dice Gordon Thomas, una pequeña parte de ese inmenso presupuesto para el espionaje se dedicará a la detección y destrucción de los comandos de ETA.
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El nombre oficial de Menwith Hill es el de Estación Espía F-83 y se extiende sobre un kilómetro cuadrado en el que sólo los EEUU tienen jurisdicción, ni el Reino Unido ni la Unión Europea pueden intervenir en lo que suceda allí adentro. La NSA tiene destacados en la F-83 a unos 2000 agentes norteamericanos, entre expertos en descodificación, matemáticos y lingüistas –entre ellos, traductores de euskera– capaces de entender mensajes en más de cien lenguas distintas.
Echelon existe y funciona
Desde hace muchos años se viene especulando con la posibilidad de que exista un sistema operativo de espionaje global coordinado por EEUU, el Reino Unido y otros países de habla inglesa bajo el nombre de Echelon. Según Gordon Thomas, el desarrollo de Echelon costó 20.000 millones de pesetas y comporta unos gastos anuales de otros 3000 millones para coordinar y mantener los 20 satélites INTELSAT que se controlan desde Menwith Hill.
Funciona como lo hacen los buscadores de Internet. Un inmenso servicio de archivo almacena conversaciones telefónicas, imágenes captadas por satélite y mensajes de todo tipo. En un solo minuto, la NSA puede manejar más de 100 millones de conversaciones intervenidas. En los archivos hay almacenadas fotografías, alias y detalles biográficos de sospechosos. En el caso de miembros de ETA, todos los terroristas condenados cuentan con una ficha en este sistema, según afirma Gordon Thomas, así como los sospechosos de pertenecer a ETA y hasta sus familias, parientes lejanos y hasta amigos y conocidos.
Desde ahora, con el nuevo satélite espía situado sobre el norte de España y el sur de Francia, se conocerán todos los movimientos de miembros de ETA o personas relacionadas con la banda. Cuando un agente introduzca una búsqueda en el sistema, según afirma el periodista irlandés, los satélites empezarán a procesar cualquier movimiento relacionado con esa persona y determinará su ubicación exacta en ese momento. Los satélites y la red espía son capaces de rastrear movimientos de tarjetas de crédito, tarjetas de embarque expedidas al nombre verdadero del espiado o a un nombre falso, etc.
Sin embargo, la base de Menwith Hill es sólo un eslabón del engranaje de la NSA norteamericana. El centro de operaciones se encuentra en Fort Mead, en el estado de Maryland, a las afueras de Washington. 44.000 empleados utilizan los servicios de espionaje más avanzados del mundo y manejan al año un presupuesto de 16.000 millones de dólares, casi 3 billones de pesetas. A partir de ahora, como dice Gordon Thomas, una pequeña parte de ese inmenso presupuesto para el espionaje se dedicará a la detección y destrucción de los comandos de ETA.
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