L D (EFE) Alberto Fernández Díaz se disponía a participar en la presentación del programa del candidato popular a la alcaldía de Reus en las próximas elecciones municipales, Miguel Ángel López Mallol. El agredido, que ha restado importancia a la herida que ha sufrido en la cabeza, ha asegurado que ha sido víctima de zarandeos e intentos de agresión ya en el interior del Centro de Lectura de Reus, donde finalmente se ha celebrado el acto programado por el PP, y ha preferido hacer una valoración de lo sucedido "en frío". También dos manifestantes han resultado heridos en la carga policial que ha tenido lugar durante la protesta, según han informado los organizadores, la Coordinadora Baix Camp por la Paz.
Los cerca de 500 manifestantes que ocupaban la calle Major y la plaza del Mercadal de Reus han recibido a Fernández Díaz con una intensa lluvia de huevos y tomates, mientras mostraban pancartas y coreaban consignas en contra del Gobierno español por su apoyo a la política de George Bush. Posteriormente, los manifestantes han conseguido burlar la vigilancia de los agentes antidisturbios y han entrado en el Centro de Lectura, donde López Mallol comenzaba a exponer los puntos de su programa electoral. Unos jóvenes han colocado una pancarta con el lema Menos mal que con los rifles no se matan las palabras a pocos centímetros de Alberto Fernández, mientras que el resto gritaba "No a la guerra" y mostraba otras pancartas contra el PP.
El boicot al acto de los populares ha llegado al momento de máxima tensión cuando los manifestantes han hecho sonar al unísono sus teléfonos móviles, haciendo inútiles los intentos de Mallol de seguir con su discursos, y de repente se han apagado las luces de la sala. Poco después, alrededor de una decena de antidisturbios, que había intentado sin éxito impedir la entrada de los manifestantes al Centro de Lectura, ha accedido a la sala y ha cargado contra los jóvenes. Los enfrentamientos han acabado con dos heridos, según los organizadores de la protesta, una joven de 17 años que ha recibido el impacto de un cenicero y un joven que ha recibido diversos porrazos en las costillas. A la salida, los manifestantes le han lanzado a Fernández Díaz bolsas de basura y tiestos y uno de ellos le ha dado una patada. Al final de la protesta, los manifestantes han reventado las ruedas de las furgonetas de la Policía Nacional, han pintado consignas en los coches y les han arrojado todo tipo de objetos.
Jorge Fernández: "Algunos se pasan de la raya"
Nada más conocer el suceso, el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Jorge Fernández Díaz, consideraba que "algunos se están pasando de la raya" al hablar de la agresión sufrida por su hermano. Tanto el secretario de Estado, en los pasillos del Congreso, como el portavoz de Exteriores del Grupo Popular, en el hemiciclo, aseguraban que Alberto Fernández sufría una "grave agresión" durante el acto en Reus. "Se siembran vientos y luego se recogen tempestades", decía a los periodistas el secretario de Estado, quien ha hecho un llamamiento a los grupos políticos para volver "a la sensatez y al sentido común" y para que "sepamos hacer compatible el debate político con el respeto a las personas y a las instituciones".
Asimismo, ha explicado que un grupo de pacifistas había impedido el desarrollo normal del acto y que se habían producido agresiones físicas "que no han ido a mayores por la intervención de los antidisturbios". Jorge Fernández, que atribuye este tipo de incidentes al "clima que se está creando de coacciones, ya intolerables, con las actividades del PP y criminalizando a los dirigentes y militantes del PP de Cataluña", ha dicho que algún diputado de CiU se había interesado por el estado de su hermano tras haber visto las imágenes "impresionantes" en TV3.
Gustavo de Arístegui, que participaba en el debate de una moción sobre Irak presentada por IU, se refería a la "grave agresión" sufrida por Alberto Fernández Díaz y era más concreto en su atribución de responsabilidades, al asegurar que "esto es la realidad de todos los días" por culpa de la actitud de "algunos partidos como Izquierda Unida". Sin dejar de agradecer sus condenas ante este tipo de actos violentos, Arístegui reprochó a los dirigentes de IU que, al mismo tiempo que los condenan, "están agitando a la sociedad española" contra el PP y consideró en este sentido "increíble" que miembros de IU-EB hayan llamado "asesino" al presidente del PP en el País Vasco, Carlos Iturgaiz.
Los cerca de 500 manifestantes que ocupaban la calle Major y la plaza del Mercadal de Reus han recibido a Fernández Díaz con una intensa lluvia de huevos y tomates, mientras mostraban pancartas y coreaban consignas en contra del Gobierno español por su apoyo a la política de George Bush. Posteriormente, los manifestantes han conseguido burlar la vigilancia de los agentes antidisturbios y han entrado en el Centro de Lectura, donde López Mallol comenzaba a exponer los puntos de su programa electoral. Unos jóvenes han colocado una pancarta con el lema Menos mal que con los rifles no se matan las palabras a pocos centímetros de Alberto Fernández, mientras que el resto gritaba "No a la guerra" y mostraba otras pancartas contra el PP.
El boicot al acto de los populares ha llegado al momento de máxima tensión cuando los manifestantes han hecho sonar al unísono sus teléfonos móviles, haciendo inútiles los intentos de Mallol de seguir con su discursos, y de repente se han apagado las luces de la sala. Poco después, alrededor de una decena de antidisturbios, que había intentado sin éxito impedir la entrada de los manifestantes al Centro de Lectura, ha accedido a la sala y ha cargado contra los jóvenes. Los enfrentamientos han acabado con dos heridos, según los organizadores de la protesta, una joven de 17 años que ha recibido el impacto de un cenicero y un joven que ha recibido diversos porrazos en las costillas. A la salida, los manifestantes le han lanzado a Fernández Díaz bolsas de basura y tiestos y uno de ellos le ha dado una patada. Al final de la protesta, los manifestantes han reventado las ruedas de las furgonetas de la Policía Nacional, han pintado consignas en los coches y les han arrojado todo tipo de objetos.
Jorge Fernández: "Algunos se pasan de la raya"
Nada más conocer el suceso, el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Jorge Fernández Díaz, consideraba que "algunos se están pasando de la raya" al hablar de la agresión sufrida por su hermano. Tanto el secretario de Estado, en los pasillos del Congreso, como el portavoz de Exteriores del Grupo Popular, en el hemiciclo, aseguraban que Alberto Fernández sufría una "grave agresión" durante el acto en Reus. "Se siembran vientos y luego se recogen tempestades", decía a los periodistas el secretario de Estado, quien ha hecho un llamamiento a los grupos políticos para volver "a la sensatez y al sentido común" y para que "sepamos hacer compatible el debate político con el respeto a las personas y a las instituciones".
Asimismo, ha explicado que un grupo de pacifistas había impedido el desarrollo normal del acto y que se habían producido agresiones físicas "que no han ido a mayores por la intervención de los antidisturbios". Jorge Fernández, que atribuye este tipo de incidentes al "clima que se está creando de coacciones, ya intolerables, con las actividades del PP y criminalizando a los dirigentes y militantes del PP de Cataluña", ha dicho que algún diputado de CiU se había interesado por el estado de su hermano tras haber visto las imágenes "impresionantes" en TV3.
Gustavo de Arístegui, que participaba en el debate de una moción sobre Irak presentada por IU, se refería a la "grave agresión" sufrida por Alberto Fernández Díaz y era más concreto en su atribución de responsabilidades, al asegurar que "esto es la realidad de todos los días" por culpa de la actitud de "algunos partidos como Izquierda Unida". Sin dejar de agradecer sus condenas ante este tipo de actos violentos, Arístegui reprochó a los dirigentes de IU que, al mismo tiempo que los condenan, "están agitando a la sociedad española" contra el PP y consideró en este sentido "increíble" que miembros de IU-EB hayan llamado "asesino" al presidente del PP en el País Vasco, Carlos Iturgaiz.