L D (EFE) Armando Ufarte, que dirigió al equipo español en ausencia de Juan Santiesteban -éste debió marchar a Madrid para quedar concentrado con la selección absoluta por la repentina gastroenteritis sufrida por Iñaki Sáez-, aprovechó el encuentro como banco de pruebas de cara a futuros compromisos oficiales y comprobó lo difícil que resulta desarbolar a un rival bien plantado en el terreno de juego y muy fuerte en el juego físico y aéreo. El dominio en el encuentro correspondió a España desde el inicio, pero no fue hasta el ecuador del primer tiempo cuando logró llevar peligro a la portería defendida por Jones.
Portillo pudo inaugurar el marcador en el minuto 22, pero no acertó en el uno contra uno y el guardameta oceánico despejó el balón. Después de esa ocasión el equipo español atacó más y con más ritmo y eso se tradujo en una seria amenaza para el marco australiano. Del Horno, de nuevo Portillo, Arteta y Arriaga estuvieron cerca del gol, pero la falta de precisión o el acierto de Jones lo evitaron. La última ocasión clara del primer tiempo fue la única de Australia en todo el partido y en ella Víctor Valdés acertó en su salida ante McDonald y despejó el esférico en una soberbia intervención en el minuto 35.
En la segunda parte, el fútbol del equipo español volvió a ser bastante previsible. A pesar de ello, Rubén dispuso de una ocasión muy clara en el minuto 5 de la reanudación, aunque el inspirado Jones volvió a despejar el cuero. Los minutos pasaban y los españoles, aunque eran dueños del balón, no sabían cómo llevarlo al área rival con ventaja, siendo algunos disparos lejanos las únicas alternativas. Fue entonces cuando un buen pase de Rubén fue aprovechado por Arriaga para, con un certero disparo desde el interior del área, batir el marco australiano. Desde el gol y hasta el final del encuentro, España controló ante un adversario que en ocasiones apeló al juego duro y que sólo en los compases finales buscó el empate. Su mejor baza fue un remate de Richard García de cabeza tras un saque de esquina, pero el balón se marchó por la línea de fondo en el minuto 88 de partido.
Portillo pudo inaugurar el marcador en el minuto 22, pero no acertó en el uno contra uno y el guardameta oceánico despejó el balón. Después de esa ocasión el equipo español atacó más y con más ritmo y eso se tradujo en una seria amenaza para el marco australiano. Del Horno, de nuevo Portillo, Arteta y Arriaga estuvieron cerca del gol, pero la falta de precisión o el acierto de Jones lo evitaron. La última ocasión clara del primer tiempo fue la única de Australia en todo el partido y en ella Víctor Valdés acertó en su salida ante McDonald y despejó el esférico en una soberbia intervención en el minuto 35.
En la segunda parte, el fútbol del equipo español volvió a ser bastante previsible. A pesar de ello, Rubén dispuso de una ocasión muy clara en el minuto 5 de la reanudación, aunque el inspirado Jones volvió a despejar el cuero. Los minutos pasaban y los españoles, aunque eran dueños del balón, no sabían cómo llevarlo al área rival con ventaja, siendo algunos disparos lejanos las únicas alternativas. Fue entonces cuando un buen pase de Rubén fue aprovechado por Arriaga para, con un certero disparo desde el interior del área, batir el marco australiano. Desde el gol y hasta el final del encuentro, España controló ante un adversario que en ocasiones apeló al juego duro y que sólo en los compases finales buscó el empate. Su mejor baza fue un remate de Richard García de cabeza tras un saque de esquina, pero el balón se marchó por la línea de fondo en el minuto 88 de partido.