L D (Agencias) Los soportes informáticos fueron hallados en poder de la etarra durante su detención el pasado 9 de mayo, cuando se disponía a abandonar el apartamento que ocupaba en el número 14 de la calle Pern, en Saintes, al norte de Burdeos, junto a otros tres terroristas que integraban un grupo de reserva y que esperaban órdenes para atentar. García Montero había acumulado abundante información sobre objetivos personales, además de listados de empresas anunciadas en Internet cuyos contenidos fueron copiados en los disquetes.
Antes de que asumiera responsabilidades operativas de la banda junto a Ibón Fernández Iradi, alias "Súsper", a raíz de la captura de los anteriores jefes de comandos (Juan Antonio Olarra Guridi y Ainhoa Múgica Goñi, detenidos en septiembre de 2002), la Policía atribuye a la etarra labores de captación de terroristas. Al tiempo, era miembro del "comando Buruntza" de ETA, al que se incorporó en julio de 2000 a las órdenes del propio Fernández Iradi.
Las Fuerzas de Seguridad consideran que García Montero instruyó y transmitió órdenes a nuevos etarras para cometer cuatro atentados, en los que fueron asesinados el presidente de la patronal guipuzcoana, José María Korta, el director financiero de El Diario Vasco , Santiago Oleaga, el subcomisario de la Ertzaintza, Mikel Uribe, y en el que resultó mutilado el periodista Gorka Landáburu. Además, también se el atribuye la colocación, el 9 de enero de 2001, de un artefacto explosivo en el cementerio de Zarautz, con motivo del homenaje al concejal del PP asesinado por ETA, Ignacio Iruretagoyena. Los terroristas buscaban una masacre entre los compañeros del PP que se iban a reunir en el camposanto.
Antes de que asumiera responsabilidades operativas de la banda junto a Ibón Fernández Iradi, alias "Súsper", a raíz de la captura de los anteriores jefes de comandos (Juan Antonio Olarra Guridi y Ainhoa Múgica Goñi, detenidos en septiembre de 2002), la Policía atribuye a la etarra labores de captación de terroristas. Al tiempo, era miembro del "comando Buruntza" de ETA, al que se incorporó en julio de 2000 a las órdenes del propio Fernández Iradi.
Las Fuerzas de Seguridad consideran que García Montero instruyó y transmitió órdenes a nuevos etarras para cometer cuatro atentados, en los que fueron asesinados el presidente de la patronal guipuzcoana, José María Korta, el director financiero de El Diario Vasco , Santiago Oleaga, el subcomisario de la Ertzaintza, Mikel Uribe, y en el que resultó mutilado el periodista Gorka Landáburu. Además, también se el atribuye la colocación, el 9 de enero de 2001, de un artefacto explosivo en el cementerio de Zarautz, con motivo del homenaje al concejal del PP asesinado por ETA, Ignacio Iruretagoyena. Los terroristas buscaban una masacre entre los compañeros del PP que se iban a reunir en el camposanto.