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Fallece el camerunés Foe tras desplomarse en plena semifinal de la Copa Confederaciones

Un aneurisma, la ruptura de una vena en el cerebro, ha podido ser la causa de la muerte del centrocampista camerunés del Manchester City, Marc Vivien Foe, fallecido mientras disputaba la primera semifinal de la Copa Confederaciones entre su selección y la de Colombia, en el estadio Gerland de Lyon.

L D (EFE) Foe se desplomaba sobre el terreno de juego después de jugar durante más de una hora a casi 40 grados centígrados y cuando disputaba su cuarto partido en una semana. La FIFA, en una comparecencia de cinco minutos en la que no aceptaba preguntas, ha dicho que el jugador murió al sufrir una parada cardíaca. Sin embargo, el médico de la selección colombiana, el doctor Héctor Fabio Cruz, uno de los primeros que le atendió, explicaba que probablemente su fallecimiento se haya debido a la rotura de una vena del cerebro, un aneurisma.

"Ha sido un golpe muy duro, porque no lo esperábamos, ya que el jugador en ningún momento entró en parada respiratoria e, incluso, cuando cae la primera vez sobre el terreno de juego llegó a levantarse", decía el galeno. "Es algo que puede pasarnos a cualquiera", añadía el médico colombiano, que, no obstante, admitía que los "sobreesfuerzos" pudieron agravar "una situación que el jugador tenía". "Jugar tantos partidos tan seguidos es antifisiológico, pero no tiene por qué ser la causa. Es algo que él tenía y, lógicamente, todo influye; un sobreesfuerzo, el calor...", agregaba.

La muerte de Foe ensombrece la conclusión de la competición marcada por su difícil inclusión en el calendario internacional y por su aberrante programa de partidos. El presidente de la FIFA, el suizo Joseph Blatert, hablaba al comienzo del torneo de "la Copa de la solidaridad" y reñía al fútbol español por privarle de sus "estrellas", pero se olvidaba de comentar en qué situación debían afrontar los jugadores una competición situada al final de la temporada, que les obligaba a disputar un partido cada dos días. "Los entrenamientos los hacemos en los partidos, porque si no, no hay tiempo para recuperar", aseguraba al respecto el seleccionador brasileño Carlos Alberto Parreira.

El fuerte calor, con temperaturas de más de 35 grados en los terrenos de juego en la mayoría de los partidos, agravaba la situación física de los jugadores. Curiosamente, Camerún había sido el conjunto que mayor fortaleza física había mostrado, algo habitual, y su técnico, el alemán Winfried Schaeffer, no parecía estar demasiado preocupado por el calendario de partidos. Schaeffer y la Federación Camerunesa pretendían que su estrella, el delantero del Mallorca Samuel Eto´o, jugase tres partidos en cuatro días, con un intervalo de 24 horas entre los dos últimos. Según la propuesta camerunesa, Eto´o ,que el martes viajaba a España para unirse al Mallorca, debía volver un día después, jugar el jueves la semifinal, partir de nuevo a España para disputar el sábado la final de la Copa del Rey y regresar a París para jugar el domingo la final de la Copa Confederaciones.

"Cuál es el problema. El fútbol es muy fácil y España está a una sola hora de vuelo", decía sonriendo Schaeffer el pasado martes. La tragedia acababa con la fiesta africana, porque nadie en la delegación camerunesa esperaba el desenlace, pese a que el jugador fue retirado del estadio inconsciente. Según explicó el médico de la FIFA, Alfred Mueller, se trató de reanimar al jugador durante 45 minutos, sin éxito, algo que se intuyó minutos antes de que se hiciese oficial su fallecimiento. Entonces, cuando en la sala de prensa contigua al estadio todo el mundo esperaba la comparecencia de Schaefer y del colombiano Francisco Maturana para que explicasen su visión del partido, se comenzó a oír el llanto desconsolado de una mujer, seguido del intento de los periodistas cameruneses por acceder al vestuario de su selección, algo rechazado de forma contundente por la seguridad de la organización.

Minutos después, el médico de la FIFA anunciaba, tras leer el nombre del jugador y dejar un intervalo de dos segundos, que había fallecido y daba por toda explicación un paro cardíaco, sin admitir preguntas. Joseph Blatter, el presidente de la FIFA, se unía a las condolencias horas después, antes de presenciar en el palco del estadio de Francia la segunda semifinal que, por supuesto, no ha sido suspendida.

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