(Libertad Digital) Ibarretxe no ha podido ocultar, en declaraciones a Radio Euskadi, su malestar ante la nueva filtración sobre sus verdaderas intenciones. El diario ABC ha publicado en su edición de este lunes un documento en el que asesores del lehendakari le alertan sobre la imposible cobertura legal de sus planes. Según el diario del grupo Vocento, el pasado 30 de mayo Ibarretxe recibió un informe de sus asesores en el que sólo se advierten dificultades y riesgos. Parece que los autores desconocían que, en paralelo, otro equipo de asesores ya redactaba el borrador del “Estatuto político de la Comunidad libre asociada de Euskadi”. Pero Ibarretxe no pierde una sola baza ante la cuenta atrás: el 26 de septiembre presentará su plan ante el la Cámara de Vitoria.
El informe reconoce que el plan separatista supone la “modificación de las bases mismas de la convivencia”, superando todos los límites. Se trata pues, del auto golpe al que tan acertadamente se ha referido el alcalde de Vitoria, Alfonso Alonso. Los asesores tienen claro que las cuentas para obtener apoyo no salen y que las salidas son peligrosas. Según detalla el informe al que ha tenido acceso el diario ABC, el Estatuto de libre asociación requeriría una reforma del Estatuto de Autonomía que pasa “por la modificación de las bases mismas de la convivencia”. Sólo la salida de conseguir “un consenso político y social” podría salvar el escollo. Pero “si la duda prende en algunos sectores sociales y alcanza a un porcentaje estimable de la ciudadanía, la propuesta difícilmente saldrá adelante”.
Además, el camino para reformar el Estatuto de Autonomía está, también para los asesores, lleno de espinas ya que no existe ningún asidero legal al que agarrarse. De hecho lo consideran “imposible” ya que es necesaria una mayoría absoluta siquiera para planteárselo. La salida que proponen los asesores es puentear dicha mayoría mediante una “resolución general de la Presidencia de la Cámara”, papel que correspondería a Atutxa. Sólo haría falta la mayoría de la Mesa y de la Junta de Portavoces, y aquí, el grupo parlamentario de ETA, Socialistas Abertzales, podrían jugar su papel.
Para Ibarretxe, la filtración es sólo fruto del “nerviosismo de Madrid”. Pero parece que el informe también haya contagiado esa sensación a su Gobierno. No en vano, el informe reconoce que “desde el primer momento” el Congreso de los Diputados podría paralizar la tramitación de su plan antes de cualquier consulta y sin demasiada dificultad.
El informe reconoce que el plan separatista supone la “modificación de las bases mismas de la convivencia”, superando todos los límites. Se trata pues, del auto golpe al que tan acertadamente se ha referido el alcalde de Vitoria, Alfonso Alonso. Los asesores tienen claro que las cuentas para obtener apoyo no salen y que las salidas son peligrosas. Según detalla el informe al que ha tenido acceso el diario ABC, el Estatuto de libre asociación requeriría una reforma del Estatuto de Autonomía que pasa “por la modificación de las bases mismas de la convivencia”. Sólo la salida de conseguir “un consenso político y social” podría salvar el escollo. Pero “si la duda prende en algunos sectores sociales y alcanza a un porcentaje estimable de la ciudadanía, la propuesta difícilmente saldrá adelante”.
Además, el camino para reformar el Estatuto de Autonomía está, también para los asesores, lleno de espinas ya que no existe ningún asidero legal al que agarrarse. De hecho lo consideran “imposible” ya que es necesaria una mayoría absoluta siquiera para planteárselo. La salida que proponen los asesores es puentear dicha mayoría mediante una “resolución general de la Presidencia de la Cámara”, papel que correspondería a Atutxa. Sólo haría falta la mayoría de la Mesa y de la Junta de Portavoces, y aquí, el grupo parlamentario de ETA, Socialistas Abertzales, podrían jugar su papel.
Para Ibarretxe, la filtración es sólo fruto del “nerviosismo de Madrid”. Pero parece que el informe también haya contagiado esa sensación a su Gobierno. No en vano, el informe reconoce que “desde el primer momento” el Congreso de los Diputados podría paralizar la tramitación de su plan antes de cualquier consulta y sin demasiada dificultad.