L D (EFE) En declaraciones al programa "Sabor a Ti" de Antena 3, Gallego afirmó que para ella es "totalmente diferente" el hombre que compartía hasta ahora su vida en la localidad malagueña de Alhaurín junto a ella y sus tres hijos, dos chicas y un chico, que el que ahora se ha confesado autor de los asesinatos de Sonia y Rocío. Gallego, quien no pudo contener el llanto durante toda la entrevista, explicó que el hombre al que ella conocía era "un chico muy normal, muy callado y muy tímido" y que con sus hijas adolescentes "estaba en todo momento muy bien, igual que conmigo y con toda la gente, era una persona muy cariñosa".
Además destacó que, incluso, cuando veían juntos en la televisión los casos de Sonia y Rocío "él estaba tan normal, decía Dios mío, como diciendo hay que ver qué tragedia". No fue hasta su detención cuando ella constató que King podía ser el asesino de las dos jóvenes, momento en el que la Policía le indicó que ella y sus hijos habían sido cuatro víctimas y que "gracias a Dios estábamos vivos, porque si en algún momento me hubiera tocado a mí o alguna de mis hijas pues no sé. Ahora sé lo que puede estar pasando esa madre porque yo también tengo tres y no me lo puedo creer", recalcó.
Relató también que la noche en la que desapareció Sonia, King tenía intención de ir con ella a la feria de Coín, localidad en la que residía la joven asesinada, pero ella se negó porque estaba borracho y le dijo que irían mejor al día siguiente, por lo que se fueron a dormir. Sin embargo, a la mañana siguiente una de sus hijas le comentó que King había salido y había vuelto sobre las ocho y media "diciendo que había tenido un accidente de tráfico" y entonces observó que se había herido en la mano y las rodillas. Al preguntarle Gallego si había ido a la feria de Coín, el presunto asesino lo negó asegurando que salió a comprar tabaco, pero unos días después se encontró con una amiga que le dijo que le había visto en la feria "tomándose unas copitas y bailando".
El día en que supuestamente sufrió el accidente de tráfico, King no la llevó al trabajo como hacía habitualmente porque el coche estaba averiado y cuando regresó a su casa vio que había lavado toda su ropa. No obstante, no sospechó de él porque además fumaba "LM light" y no "Royal Crown", marca de la colilla que apareció junto al cadáver de Rocío, y "lo menos que puedes pensar es: con quién he estado yo, con un asesino. No me lo creo todavía", se lamentó.
De su vida anterior aseguró que no sabía nada salvo que cambió sus apellidos por despecho a su padre porque le maltrató de pequeño, según él mismo le contó, y en cuanto a sus relaciones sexuales admitió que "no eran normales, él casi nunca llegaba al acto, no podía".
Además destacó que, incluso, cuando veían juntos en la televisión los casos de Sonia y Rocío "él estaba tan normal, decía Dios mío, como diciendo hay que ver qué tragedia". No fue hasta su detención cuando ella constató que King podía ser el asesino de las dos jóvenes, momento en el que la Policía le indicó que ella y sus hijos habían sido cuatro víctimas y que "gracias a Dios estábamos vivos, porque si en algún momento me hubiera tocado a mí o alguna de mis hijas pues no sé. Ahora sé lo que puede estar pasando esa madre porque yo también tengo tres y no me lo puedo creer", recalcó.
Relató también que la noche en la que desapareció Sonia, King tenía intención de ir con ella a la feria de Coín, localidad en la que residía la joven asesinada, pero ella se negó porque estaba borracho y le dijo que irían mejor al día siguiente, por lo que se fueron a dormir. Sin embargo, a la mañana siguiente una de sus hijas le comentó que King había salido y había vuelto sobre las ocho y media "diciendo que había tenido un accidente de tráfico" y entonces observó que se había herido en la mano y las rodillas. Al preguntarle Gallego si había ido a la feria de Coín, el presunto asesino lo negó asegurando que salió a comprar tabaco, pero unos días después se encontró con una amiga que le dijo que le había visto en la feria "tomándose unas copitas y bailando".
El día en que supuestamente sufrió el accidente de tráfico, King no la llevó al trabajo como hacía habitualmente porque el coche estaba averiado y cuando regresó a su casa vio que había lavado toda su ropa. No obstante, no sospechó de él porque además fumaba "LM light" y no "Royal Crown", marca de la colilla que apareció junto al cadáver de Rocío, y "lo menos que puedes pensar es: con quién he estado yo, con un asesino. No me lo creo todavía", se lamentó.
De su vida anterior aseguró que no sabía nada salvo que cambió sus apellidos por despecho a su padre porque le maltrató de pequeño, según él mismo le contó, y en cuanto a sus relaciones sexuales admitió que "no eran normales, él casi nunca llegaba al acto, no podía".