L D (Agencias) La reforma de la ONU y el refuerzo de su papel en Irak fueron los hilos conductores de la primera sesión del debate de la Asamblea General, que arrancó en Nueva York este martes con la intervención de una decena de jefes de Estado. Presidentes como el de Estados Unidos, George W. Bush; de Brasil, Luiz Inazio Lula Da Silva; o el de Francia, Jacques Chirac; dieron a conocer su visión de los grandes problemas del mundo ante los 191 miembros presentes en la 58 Asamblea de las Naciones Unidas.
El debate fue abierto por el secretario general de la organización, Kofi Annan, con un discurso en el que instó a los países miembros a que decidan si es posible continuar trabajando con las reglas e instituciones establecidas o si "son necesarios cambios radicales". El diplomático dijo que todos los países coinciden en que se debe ampliar el Consejo de Seguridad, pero difieren "en los detalles". Por ejemplo, Brasil quiere alcanzar un puesto permanente en el Consejo de Seguridad –que ahora está restringido a EEUU, Reino Unido, Francia, China y Rusia–, mientras que Francia quiere que Alemania y Japón obtengan el estatus de miembro permanente.
Ante esta disparidad de opiniones, Kofi Annan anunció que creará un panel de alto nivel, con personalidades de todo el mundo, para analizar los actuales desafíos de la paz y seguridad, revisar el funcionamiento de los diferentes órganos de la ONU y recomendar métodos para fortalecerla. Este panel deberá presentar sus conclusiones antes de la 59 Asamblea para que los países puedan tomar decisiones el próximo año, precisó Annan, al subrayar que la ONU "no es ni mucho menos un instrumento perfecto, pero es valiosa" y urge llegar a acuerdos para mejorarla. Sin embargo, el que habló de aspectos más concretos en la posible reforma de la ONU fue George W. Bush.
Hacer frente a los desafíos del siglo XXI
Tras pronunciar su discurso ante la Asamblea General, el presidente de EEUU se reunió con Jacques Chirac, el presidente francés. Desde hace varias semanas, Chirac viene diciendo que hay que ceder inmediatamente la soberanía al pueblo iraquí, aunque sea de forma simbólica, para ayudar a que se estabilice la situación. No obstante, parece que Chirac ha garantizado a Bush que su país no votará en contra de una nueva resolución que amplíe el mandato de la ONU en Irak. Bush, por su parte, le ha respondido a su homólogo francés que "la transferencia de soberanía no se va a acelerar, porque el Consejo de Gobierno iraquí no es un órgano elegido democráticamente y no puede asumir el poder".
En respuesta a las críticas de Chirac y del secretario general de la ONU, Kofi Annan, por la política de EEUU favorable a los ataques preventivos para frenar las amenazas terroristas, Bush reiteró que en el mundo de hoy es necesario un nuevo enfoque, en clara referencia a la necesidad de la ONU para acometer una reforma que garantice su papel mundial en el futuro. "Este es posiblemente el gran tema que se debería tratar en esta Asamblea: saber si la ONU y el Consejo de Seguridad son capaces o no de hacer frente a los principales desafíos del siglo XXI, que son el terrorismo y las armas de destrucción masiva", señaló la misma fuente gubernamental aludiendo a la tesis que defiende George W. Bush.
Una propuesta concreta de Bush
Poco antes de su reunión con Chirac, Bush pronunció un discurso ante la Asamblea de la ONU en el que pidió al Consejo de Seguridad que apruebe una nueva resolución que comprometa a la comunidad internacional a "criminalizar" la proliferación de armas de destrucción masiva. "Dado que quienes impulsan la proliferación emplearán cualquier ruta o canal que encuentren abierto, necesitamos la cooperación más amplia posible para detenerlos. Hoy pido al Consejo de Seguridad que adopte una nueva resolución anti-proliferación", dijo.
Esta resolución, añadió, debería "instar a todos los miembros de la ONU a criminalizar la proliferación de armas de destrucción masiva, establecer estrictos controles de exportación (...) y asegurar todos los materiales sensibles dentro de sus fronteras". "Los regímenes fuera de la ley que poseen armas nucleares, biológicas y químicas, así como los medios para emplearlas, tendrán la capacidad de chantajear y crear el caos en regiones enteras", dijo. El presidente estadounidense advirtió de que estas armas "podrían ser empleadas por los terroristas para provocar de manera súbita desastres y sufrimientos que difícilmente podemos imaginar".
El debate fue abierto por el secretario general de la organización, Kofi Annan, con un discurso en el que instó a los países miembros a que decidan si es posible continuar trabajando con las reglas e instituciones establecidas o si "son necesarios cambios radicales". El diplomático dijo que todos los países coinciden en que se debe ampliar el Consejo de Seguridad, pero difieren "en los detalles". Por ejemplo, Brasil quiere alcanzar un puesto permanente en el Consejo de Seguridad –que ahora está restringido a EEUU, Reino Unido, Francia, China y Rusia–, mientras que Francia quiere que Alemania y Japón obtengan el estatus de miembro permanente.
Ante esta disparidad de opiniones, Kofi Annan anunció que creará un panel de alto nivel, con personalidades de todo el mundo, para analizar los actuales desafíos de la paz y seguridad, revisar el funcionamiento de los diferentes órganos de la ONU y recomendar métodos para fortalecerla. Este panel deberá presentar sus conclusiones antes de la 59 Asamblea para que los países puedan tomar decisiones el próximo año, precisó Annan, al subrayar que la ONU "no es ni mucho menos un instrumento perfecto, pero es valiosa" y urge llegar a acuerdos para mejorarla. Sin embargo, el que habló de aspectos más concretos en la posible reforma de la ONU fue George W. Bush.
Hacer frente a los desafíos del siglo XXI
Tras pronunciar su discurso ante la Asamblea General, el presidente de EEUU se reunió con Jacques Chirac, el presidente francés. Desde hace varias semanas, Chirac viene diciendo que hay que ceder inmediatamente la soberanía al pueblo iraquí, aunque sea de forma simbólica, para ayudar a que se estabilice la situación. No obstante, parece que Chirac ha garantizado a Bush que su país no votará en contra de una nueva resolución que amplíe el mandato de la ONU en Irak. Bush, por su parte, le ha respondido a su homólogo francés que "la transferencia de soberanía no se va a acelerar, porque el Consejo de Gobierno iraquí no es un órgano elegido democráticamente y no puede asumir el poder".
En respuesta a las críticas de Chirac y del secretario general de la ONU, Kofi Annan, por la política de EEUU favorable a los ataques preventivos para frenar las amenazas terroristas, Bush reiteró que en el mundo de hoy es necesario un nuevo enfoque, en clara referencia a la necesidad de la ONU para acometer una reforma que garantice su papel mundial en el futuro. "Este es posiblemente el gran tema que se debería tratar en esta Asamblea: saber si la ONU y el Consejo de Seguridad son capaces o no de hacer frente a los principales desafíos del siglo XXI, que son el terrorismo y las armas de destrucción masiva", señaló la misma fuente gubernamental aludiendo a la tesis que defiende George W. Bush.
Una propuesta concreta de Bush
Poco antes de su reunión con Chirac, Bush pronunció un discurso ante la Asamblea de la ONU en el que pidió al Consejo de Seguridad que apruebe una nueva resolución que comprometa a la comunidad internacional a "criminalizar" la proliferación de armas de destrucción masiva. "Dado que quienes impulsan la proliferación emplearán cualquier ruta o canal que encuentren abierto, necesitamos la cooperación más amplia posible para detenerlos. Hoy pido al Consejo de Seguridad que adopte una nueva resolución anti-proliferación", dijo.
Esta resolución, añadió, debería "instar a todos los miembros de la ONU a criminalizar la proliferación de armas de destrucción masiva, establecer estrictos controles de exportación (...) y asegurar todos los materiales sensibles dentro de sus fronteras". "Los regímenes fuera de la ley que poseen armas nucleares, biológicas y químicas, así como los medios para emplearlas, tendrán la capacidad de chantajear y crear el caos en regiones enteras", dijo. El presidente estadounidense advirtió de que estas armas "podrían ser empleadas por los terroristas para provocar de manera súbita desastres y sufrimientos que difícilmente podemos imaginar".