L D (Agencias) El candidato del PSOE a la Comunidad de Madrid, Rafael Simancas, propuso este jueves obligar por ley a los líderes de los partidos con representación parlamentaria a celebrar al menos un debate previo a las elecciones. Simancas propuso "reforzar la democracia" durante un coloquio organizado por Ruth Porta en el Círculo de Bellas Artes en el que catedráticos como Javier Pérez Royo, Elías Díaz o Luis López Guerra y periodistas como Eduardo Sotillos, Santiago Belloch o José Félix Tezanos, intercambiaron sus opiniones sobre la crisis en la Asamblea provocada por la FSM.
El candidato socialista dijo "no ser victímista, alarmista ni negativo", para después añadir que el próximo 26 de octubre los madrileños no elegirán únicamente "el color político" del próximo Gobierno regional, sino "la credibilidad del sistema democrático". De ahí, fue directamente hacia la tan usada teortía de la conspiración, esta vez, matizando: "No tenemos los tanques en la calle ni los golpistas en el Parlamento pero lo ocurrido es extraordinariamente grave porque se han invalidado unas elecciones celebradas de forma limpia y extraordinariamente participada. No quiero exagerar pero tampoco minusvalorar la sucedido".
Así que, siguiendo en la misma línea, aunque había advertido que no quería ser victimista, explicó que "el gran enemigo del PSOE y del conjunto de la democracia" el 26 de octubre será "la abstención" porque "los artífices del golpe querían un Gobierno del PP, minar la confianza de los ciudadanos en el sistema democrático y generar desilusión, frustración y desconfianza. Es decir, generar la abstención".
Para regenerarse, "bolsillos de cristal"
Y para alcanzar esa regeneración que ahora esgrime Simancas avanzó tres medidas para "cubrir los flancos" que, a su juicio, presenta la democracia ante casos como el de Tamayo y Sáez: trasladar al ámbito autonómico y nacional los acuerdos antitransfuguismo "porque ha habido tránsfugas en el PSOE, en el PP y en IU", crear la figura del diputado no adscrito para que los desertores no se pasen al Grupo Mixto y dar a la mayoría del Parlamento la potestad de expulsar a alguno de sus miembros previa "declaración de indignidad".
Para redondear su apuesta y lograr "una mayor pluralidad y autonomía de los medios de comunicación públicos", Simancas añadió a sus medidas la publicación en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid de las declaraciones de bienes e intereses de "todos los candidatos a diputados, diputados, consejeros y altos cargos", para los que reclamó "bolsillos de cristal". No se habló de bienes inmuebles, segundas casas y chalés.
Convencidos de que fue como un golpe de Estado
La mayoría de los compañeros del coloquio organizado por Ruth Porta, se apuntaron a la teoría golpista criticada hasta por la diputada Crsitina Alberdi, pendiente aún de su expediente por discrepar de su partido. Javier Pérez Royo calificó la deserción de Tamayo y Sáez como "auténtico golpe de Estado y quiebra de la cadena de legitimidad democrática". Santiago Belloch, hermano periodista del ex "biministro" del PSOE, dijo que lo de Tamayo y Sáez fue "una violación de la voluntad soberana del pueblo" y Eduardo Sotillos aludió a la sociedad española como "voluntariamente adormecida y acrítica".
Por su parte, según informa la agencia Europa Press, el catedrático Elías Díaz destacó la necesidad de que el PSOE realice "una autocrítica" por lo sucedido en el Parlamento regional, reivindicó el término "radical" en el sentido de "ir a la raíz y al fondo de las cosas". Otros invitados, como José Félix Tezanos, Luis López Guerra o Inés Alberdi, se refirieron al escándalo de la Asamblea aludiendo, respectivamente, a "la existencia de una democracia restringida", "el hurto del debate y la discusión" o "la impunidad de la mentira en política".
El candidato socialista dijo "no ser victímista, alarmista ni negativo", para después añadir que el próximo 26 de octubre los madrileños no elegirán únicamente "el color político" del próximo Gobierno regional, sino "la credibilidad del sistema democrático". De ahí, fue directamente hacia la tan usada teortía de la conspiración, esta vez, matizando: "No tenemos los tanques en la calle ni los golpistas en el Parlamento pero lo ocurrido es extraordinariamente grave porque se han invalidado unas elecciones celebradas de forma limpia y extraordinariamente participada. No quiero exagerar pero tampoco minusvalorar la sucedido".
Así que, siguiendo en la misma línea, aunque había advertido que no quería ser victimista, explicó que "el gran enemigo del PSOE y del conjunto de la democracia" el 26 de octubre será "la abstención" porque "los artífices del golpe querían un Gobierno del PP, minar la confianza de los ciudadanos en el sistema democrático y generar desilusión, frustración y desconfianza. Es decir, generar la abstención".
Para regenerarse, "bolsillos de cristal"
Y para alcanzar esa regeneración que ahora esgrime Simancas avanzó tres medidas para "cubrir los flancos" que, a su juicio, presenta la democracia ante casos como el de Tamayo y Sáez: trasladar al ámbito autonómico y nacional los acuerdos antitransfuguismo "porque ha habido tránsfugas en el PSOE, en el PP y en IU", crear la figura del diputado no adscrito para que los desertores no se pasen al Grupo Mixto y dar a la mayoría del Parlamento la potestad de expulsar a alguno de sus miembros previa "declaración de indignidad".
Para redondear su apuesta y lograr "una mayor pluralidad y autonomía de los medios de comunicación públicos", Simancas añadió a sus medidas la publicación en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid de las declaraciones de bienes e intereses de "todos los candidatos a diputados, diputados, consejeros y altos cargos", para los que reclamó "bolsillos de cristal". No se habló de bienes inmuebles, segundas casas y chalés.
Convencidos de que fue como un golpe de Estado
La mayoría de los compañeros del coloquio organizado por Ruth Porta, se apuntaron a la teoría golpista criticada hasta por la diputada Crsitina Alberdi, pendiente aún de su expediente por discrepar de su partido. Javier Pérez Royo calificó la deserción de Tamayo y Sáez como "auténtico golpe de Estado y quiebra de la cadena de legitimidad democrática". Santiago Belloch, hermano periodista del ex "biministro" del PSOE, dijo que lo de Tamayo y Sáez fue "una violación de la voluntad soberana del pueblo" y Eduardo Sotillos aludió a la sociedad española como "voluntariamente adormecida y acrítica".
Por su parte, según informa la agencia Europa Press, el catedrático Elías Díaz destacó la necesidad de que el PSOE realice "una autocrítica" por lo sucedido en el Parlamento regional, reivindicó el término "radical" en el sentido de "ir a la raíz y al fondo de las cosas". Otros invitados, como José Félix Tezanos, Luis López Guerra o Inés Alberdi, se refirieron al escándalo de la Asamblea aludiendo, respectivamente, a "la existencia de una democracia restringida", "el hurto del debate y la discusión" o "la impunidad de la mentira en política".