LD (Agencias) En un acto celebrado en el Palacio de Gobierno, el nuevo gobernante tomó juramento a los ministros que le acompañarán en el ejecutivo, entre los que se encuentran dos indígenas, uno de ellos como ministro de Educación. En la toma de posesión, Mesa emplazó a su nuevo gabinete a reconstruir el país desde los escombros de la "hecatombe" de la crisis social y política que se cobró la vida de más de setenta personas y provocó la renuncia de Gonzalo Sánchez de Lozada, el pasado viernes.
"Esto que nos ha pasado nos ha traumatizado fuertemente, nos ha dejado con heridas muy profundas, nos ha dejado material y espiritualmente dañados. Tenemos el desafío de que del dolor nazca la esperanza y nazca la fortaleza de espíritu y de acción", sostuvo. Por eso, reclamó la ayuda del país entero para su nuevo Gobierno ya que "el abismo está ahí todavía". El mandatario pidió a los partidos "que aprovechen esta oportunidad para reformularse y replantearse en su propio destino, para que el pueblo boliviano, cuando tenga que encarar un proceso electoral, se encuentre a esos elementos fortalecidos y con la credibilidad recuperada".
El jefe de Estado dijo que el gabinete que ha designado "no viene a arrasar cargos ni a poner cargos", sino a trabajar con sus "colaboradores más inmediatos en función de la confianza que tengan con ellos, pero valorarán también a autoridades de alto nivel cuyo trabajo amerite su permanencia en el cargo". Resaltó el hecho de que por primera vez desde la reinstauración de la democracia, el diez de octubre de 1982, Bolivia va a tener un Gobierno sin partidos políticos.
"Esto que nos ha pasado nos ha traumatizado fuertemente, nos ha dejado con heridas muy profundas, nos ha dejado material y espiritualmente dañados. Tenemos el desafío de que del dolor nazca la esperanza y nazca la fortaleza de espíritu y de acción", sostuvo. Por eso, reclamó la ayuda del país entero para su nuevo Gobierno ya que "el abismo está ahí todavía". El mandatario pidió a los partidos "que aprovechen esta oportunidad para reformularse y replantearse en su propio destino, para que el pueblo boliviano, cuando tenga que encarar un proceso electoral, se encuentre a esos elementos fortalecidos y con la credibilidad recuperada".
El jefe de Estado dijo que el gabinete que ha designado "no viene a arrasar cargos ni a poner cargos", sino a trabajar con sus "colaboradores más inmediatos en función de la confianza que tengan con ellos, pero valorarán también a autoridades de alto nivel cuyo trabajo amerite su permanencia en el cargo". Resaltó el hecho de que por primera vez desde la reinstauración de la democracia, el diez de octubre de 1982, Bolivia va a tener un Gobierno sin partidos políticos.