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La Policía italiana desmantela un grupo que reclutaba a terroristas para atentar en Irak

La Policía italiana ha desmantelado una célula que reclutaba a terroristas en el norte de Italia, los enviaba a Siria y a Turquía para su formación criminal y luego pasaban a Irak para cometer atentados. Al parecer, estos terroristas pudieron participar en la matanza contra los Carabinieri en Irak. La operación antiterrorista también se ha extendido a Alemania, donde ha sido detenido un argelino que ya fue arrestado en julio pasado bajo la acusación de estar preparando un atentado en la Costa del Sol española.

L D (EFE) El juez Guido Salvi ha firmado cinco órdenes de arresto, de los que ya se han practicado dos en Italia: el marroquí Housni Jamal, de 20 años, y el tunecino Bouyahaia Ben Abdelaziz, de 32 años.
 
El ministro del Interior, Giuseppe Pisanu, no excluye más detenciones, ya que la operación sigue abierta.

En Alemania ha sido detenido el tercero. Se trata del supuesto cerebro de la célula, el argelino Mhjoub Abderrazak, que vive en Hamburgo legalmente desde 1999 tras casarse con una alemana. Es conocido como el "jeque" y los investigadores italianos le consideran un personaje relevante del grupo Al Tahwid, organización vinculada a Al-Qaeda.
 
Además, se le seguía la pista desde hace tiempo. Ya fue detenido el pasado 25 de julio en Hamburgo, aunque fue puesto en libertad un mes después al no haberse podido probar la acusación que pesaba sobre él de planear atentados en la Costa del Sol española, como publicó Libertad Digital.
 
Siria y Turquía, campos de entrenamiento

De momento, hay otras dos órdenes de arresto que todavía no se han cumplido. Una afecta a la tunecina Farida Bentiwa Ben Bechir, de 42 años, y la otra al iraquí Mohamed Majid, alias Mullah Fouad, jefe de un campo de entrenamiento en Siria, donde se "preparaba" a los terroristas captados en Milán. En las 150 páginas de la orden de detención, el juez Guido Salvi señala que los terroristas completaban su entrenamiento en Siria, pero también en Turquía.

Según los servicios secretos italianos, al menos cinco terroristas provenientes de Italia han cometido atentados en Irak quitándose la vida, entre ellos un tunecino llamado Rihani Lofti y un marroquí identificado como Morchidi Kamal. A este último se le atribuye el atentado con coche-bomba cometido en octubre pasado contra el hotel Rashid de Bagdad, donde se encontraba en ese momento el subsecretario de Defensa estadounidense, Paul Wolfowitz.

El espionaje italiano ha identificado a estos terroristas tras seguir su pista a raíz de diversas comunicaciones interceptadas en el norte de Italia, algunas de las cuales se han publicado el semanario Panorama este viernes. A las cinco órdenes de arresto dictadas por el juez se suma la detención, al comienzo de esta semana, del tunecino Ben Ali Toumi, acusado de falsificar documentos para la célula. Este arresto parece que fue clave para la operación, que fue filtrada a la prensa cuando aún estaba en marcha, por lo que la Fiscalía ha abierto una investigación.

Fini se lo contó a Netanyahu el lunes

No obstante, los periodistas italianos ya intuían algo después de que el lunes pasado se produjera la primera filtración a través de la radio israelí. Durante la visita a Israel del viceprimer ministro italiano, Gianfranco Fini, y tras una reunión de Fini con el actual ministro de Finanzas, Benjamín Netanyahu, la emisora desveló que el vicepresidente italiano le había contado a Netanyahu que los responsables de la matanza de Nasiriya del pasado 12 de noviembre, en la que murieron 19 italianos y 7 iraquíes, "son ciudadanos musulmanes italianos".
 
La Policía italiana considera que con la puesta al descubierto de esta trama para reclutar terroristas "kamikazes" se da un importante paso adelante en las investigaciones que desde hace mas de un año se llevan a cabo en Italia sobre los grupos integristas islámicos. El ministro Giuseppe Pisanu subrayó este hecho y recordó que desde enero pasado han sido detenidas en Italia 71 personas relacionadas con el terrorismo de esta matriz.
 
Sin embargo, las acusaciones difundidas hasta ahora se circunscribían en su mayor parte a la recogida de fondos entre las comunidades que gravitan en torno a las mezquitas o a la ayuda logística, como la provisión de refugios temporales y documentos. En estas pesquisas ha sido clave, según fuentes de la lucha antiterrorista, la colaboración con las autoridades de Alemania. 

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