L D (EFE) El conjunto esloveno, pese a que necesitaba el triunfo para mantenerse vivo en la competición, apenas aguantó cinco minutos, los que tardó Juan Carlos Navarro en anotar el primero de sus tres triples para poner por primera vez por delante a los suyos (7-4).
A partir de ese instante, el Barcelona se hizo con el partido, ante la débil oposición de Roberts Stelmahers, incapaz de evitar que las diferencias al término del primer cuarto fueran de ocho puntos (24-16). Las máximas se fueron sucediendo a favor de los barcelonistas en el segundo período, especialmente cuando aseguró el rebote con Anderson Varejao, descartado como tercer extranjero en la ACB, pero al que la normativa le permite actuar en la Euroliga, y Dueñas sobre la pista.
El dominio bajo los aros conllevó también la salida azulgrana en rápidos contragolpes que hundieron definitivamente al Olimpia Liubliana hasta acabar la primera mitad con dieciséis puntos de desventaja (50-34), pese a que el técnico Saso Filipovski exprimió a Stelmahers y a Marko Maravic sin darles ni un minuto de descanso. En la reanudación, los triples de Navarro y Vlado Ilievski contribuyeron a que se superase la barrera de los veinte puntos de diferencia en el minuto 24 (61-41).
Hasta el final, que acabó también con esos mismos veinte puntos de margen entre uno y otro equipo (92-72), el Barcelona intentó brindarle espectáculo a su afición, consciente de que ya sólo necesita un triunfo en las tres jornadas que restan de la primera fase para asegurarse la primera plaza del grupo. La oposición del Olimpia se limitó por contra a la inspiración ante el aro de Dzenan Rahimic, autor de dieciocho puntos, aunque cuando Filipovski le puso en pista, ya que no formó parte del quinteto titular, el partido ya estaba decidido.
Ahora, el Barcelona necesita ese triunfo que le asegure la primera plaza del grupo para partir en las mejores condiciones en el sorteo de la segunda fase, que podrá conseguir en el Palau Blaugrana ante el Partizán de Belgrado o en las pistas del AEK de Atenas y el Ulker Estambul.
A partir de ese instante, el Barcelona se hizo con el partido, ante la débil oposición de Roberts Stelmahers, incapaz de evitar que las diferencias al término del primer cuarto fueran de ocho puntos (24-16). Las máximas se fueron sucediendo a favor de los barcelonistas en el segundo período, especialmente cuando aseguró el rebote con Anderson Varejao, descartado como tercer extranjero en la ACB, pero al que la normativa le permite actuar en la Euroliga, y Dueñas sobre la pista.
El dominio bajo los aros conllevó también la salida azulgrana en rápidos contragolpes que hundieron definitivamente al Olimpia Liubliana hasta acabar la primera mitad con dieciséis puntos de desventaja (50-34), pese a que el técnico Saso Filipovski exprimió a Stelmahers y a Marko Maravic sin darles ni un minuto de descanso. En la reanudación, los triples de Navarro y Vlado Ilievski contribuyeron a que se superase la barrera de los veinte puntos de diferencia en el minuto 24 (61-41).
Hasta el final, que acabó también con esos mismos veinte puntos de margen entre uno y otro equipo (92-72), el Barcelona intentó brindarle espectáculo a su afición, consciente de que ya sólo necesita un triunfo en las tres jornadas que restan de la primera fase para asegurarse la primera plaza del grupo. La oposición del Olimpia se limitó por contra a la inspiración ante el aro de Dzenan Rahimic, autor de dieciocho puntos, aunque cuando Filipovski le puso en pista, ya que no formó parte del quinteto titular, el partido ya estaba decidido.
Ahora, el Barcelona necesita ese triunfo que le asegure la primera plaza del grupo para partir en las mejores condiciones en el sorteo de la segunda fase, que podrá conseguir en el Palau Blaugrana ante el Partizán de Belgrado o en las pistas del AEK de Atenas y el Ulker Estambul.