L D (EFE) La privatización de la operación del puerto de Arica ha sido criticada por funcionarios y parlamentarios bolivianos, que consideran que la iniciativa trasgrede los términos de ese tratado, que estableció las fronteras definitivas entre ambos países después de la guerra librada a fines del siglo XIX.
El texto también obliga a Chile a conceder a Bolivia el libre tránsito de mercancías y facilidades portuarias, que se han traducido en la construcción de ferrocarriles y carreteras. La privatización del puerto se enmarca en una política general chilena, que incluye la entrega a empresas privadas de todos los puertos marítimos y aeropuertos, además de las carreteras y otras obras de infraestructura. En el caso de Arica, el rechazo a la privatización no ha surgido sólo en Bolivia, que en los últimos meses ha intensificado sus esfuerzos por obtener una salida soberana al Océano Pacífico, sino que es compartido por empresarios y autoridades de esa ciudad fronteriza, incluido su alcalde, Carlos Valcarce.
Tras reiterar que "Chile es un país cumplidor de los tratados", Alvear matizaba que el Gobierno "está abierto a cualquier inquietud, sugerencia o propuesta" que pueda surgir sobre el asunto. Al mismo tiempo, reitera la voluntad de Santiago de Chile de establecer un diálogo bilateral con La Paz, en el marco de la política oficial de mejorar el acceso de Bolivia al Pacifico, pero excluyendo la cesión de soberanía. Chile también se opone a que el asunto sea resuelto en foros multilaterales, al considerar que se trata de un problema bilateral. Bolivia perdió su acceso al mar al ser derrotada por Chile en la guerra de 1879 y desde entonces su recuperación ha sido un objetivo de su política exterior, lo que ha perturbado sus relaciones con su vecino, suspendidas a nivel de embajadores desde 1962, salvo un paréntesis de 1975 a 1978.
Soledad Alvear también saluda unas declaraciones de su colega boliviano, Juan Ignacio Siles, quien declaró el miércoles que su Gobierno está dispuesto a llevar adelante negociaciones bilaterales con Chile para resolver la disputa marítima. "Siempre es bueno dialogar", comentaba al respecto la jefa de la diplomacia chilena, quien ha añadido que en ese contexto, "será muy útil" un encuentro a nivel de vicecancilleres que está previsto para el 17 y 18 de este mes, precisamente en la ciudad de Arica, a 2.051 kilómetros al norte de Santiago.
El texto también obliga a Chile a conceder a Bolivia el libre tránsito de mercancías y facilidades portuarias, que se han traducido en la construcción de ferrocarriles y carreteras. La privatización del puerto se enmarca en una política general chilena, que incluye la entrega a empresas privadas de todos los puertos marítimos y aeropuertos, además de las carreteras y otras obras de infraestructura. En el caso de Arica, el rechazo a la privatización no ha surgido sólo en Bolivia, que en los últimos meses ha intensificado sus esfuerzos por obtener una salida soberana al Océano Pacífico, sino que es compartido por empresarios y autoridades de esa ciudad fronteriza, incluido su alcalde, Carlos Valcarce.
Tras reiterar que "Chile es un país cumplidor de los tratados", Alvear matizaba que el Gobierno "está abierto a cualquier inquietud, sugerencia o propuesta" que pueda surgir sobre el asunto. Al mismo tiempo, reitera la voluntad de Santiago de Chile de establecer un diálogo bilateral con La Paz, en el marco de la política oficial de mejorar el acceso de Bolivia al Pacifico, pero excluyendo la cesión de soberanía. Chile también se opone a que el asunto sea resuelto en foros multilaterales, al considerar que se trata de un problema bilateral. Bolivia perdió su acceso al mar al ser derrotada por Chile en la guerra de 1879 y desde entonces su recuperación ha sido un objetivo de su política exterior, lo que ha perturbado sus relaciones con su vecino, suspendidas a nivel de embajadores desde 1962, salvo un paréntesis de 1975 a 1978.
Soledad Alvear también saluda unas declaraciones de su colega boliviano, Juan Ignacio Siles, quien declaró el miércoles que su Gobierno está dispuesto a llevar adelante negociaciones bilaterales con Chile para resolver la disputa marítima. "Siempre es bueno dialogar", comentaba al respecto la jefa de la diplomacia chilena, quien ha añadido que en ese contexto, "será muy útil" un encuentro a nivel de vicecancilleres que está previsto para el 17 y 18 de este mes, precisamente en la ciudad de Arica, a 2.051 kilómetros al norte de Santiago.