L D (EFE) La declaración de Michael Margretis había sido solicitada por la Abogacía del Estado el 27 de mayo de 2003 e indirectamente admitida por el auto de la Audiencia Provincial de La Coruña el 9 de septiembre de 2003.
Javier Collazo entiende que Margretis ocupaba el cargo de director de Operaciones de la empresa que explotaba comercialmente el buque siniestrado y que, en dicho puesto, "es razonable pensar que tenía suficiente conocimiento del estado y situación". Entiende también que dado el cargo que ocupaba tenía poder de dirección sobre el barco, por lo que podía adoptar decisiones estratégicas trascendentes, con aptitud suficientes, como para concebir, sin ánimo de anticipar un pronóstico de culpabilidad sobre dicha persona, una eventual responsabilidad penal en los hechos.
Fuentes de la Abogacía del Estado destacaron la importancia de esta decisión para lograr romper el límite de responsabilidad del propietario del "Prestige" e involucrar en el proceso al armador "Universe Marítime", no sólo por actos de ejecución en la navegación, a través del Capitán Mangouras, sino también por fundamentalmente por los actos administrativos de la sociedad. Estas mismas fuentes indicaron que esta resolución judicial confirma que "existen claros indicios de que el armador creó una situación de riesgo".
"El estado estructural del buque, la cualificación de la tripulación, el empeoramiento de su situación al destinarlo a almacén y otras muchas circunstancias ponen de manifiesto la creación de una evidente situación de alto riesgo para el Medio Ambiente", añadieron. Asimismo expresaron su confianza en que esta "importante" resolución del titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Corcubión "sea un paso más" en la exigencia de responsabilidades a todo el entramado empresarial del petrolero siniestrado.
Javier Collazo entiende que Margretis ocupaba el cargo de director de Operaciones de la empresa que explotaba comercialmente el buque siniestrado y que, en dicho puesto, "es razonable pensar que tenía suficiente conocimiento del estado y situación". Entiende también que dado el cargo que ocupaba tenía poder de dirección sobre el barco, por lo que podía adoptar decisiones estratégicas trascendentes, con aptitud suficientes, como para concebir, sin ánimo de anticipar un pronóstico de culpabilidad sobre dicha persona, una eventual responsabilidad penal en los hechos.
Fuentes de la Abogacía del Estado destacaron la importancia de esta decisión para lograr romper el límite de responsabilidad del propietario del "Prestige" e involucrar en el proceso al armador "Universe Marítime", no sólo por actos de ejecución en la navegación, a través del Capitán Mangouras, sino también por fundamentalmente por los actos administrativos de la sociedad. Estas mismas fuentes indicaron que esta resolución judicial confirma que "existen claros indicios de que el armador creó una situación de riesgo".
"El estado estructural del buque, la cualificación de la tripulación, el empeoramiento de su situación al destinarlo a almacén y otras muchas circunstancias ponen de manifiesto la creación de una evidente situación de alto riesgo para el Medio Ambiente", añadieron. Asimismo expresaron su confianza en que esta "importante" resolución del titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Corcubión "sea un paso más" en la exigencia de responsabilidades a todo el entramado empresarial del petrolero siniestrado.