L D (EFE) El partido se inició con un mayor aplomo, una rocosa defensa 6-0 y un mejor ataque en los húngaros, que les permitió alcanzar su máxima ventaja en el marcador 5-8 al cumplirse el minuto 14 de juego. Pero a partir de ese momento se invirtieron las tornas, ya que el Ciudad Real consiguió ajustar su defensa 6-0 y tener más claridad en ataque. Prueba de ello es que tras el 5-8 para los húngaros, Ciudad Real aplicó al campeón magiar un parcial de 5-0, para adquirir las primeras diferencias en el marcador y encarrilar el partido.
Para que este cambio se produjera fue necesario que entrara en la pista Pajovic, que con Dinar y Stefansson se aplicaron en los seis metros en ataque. Nuevamente un genial Talant Dujshebaev fue el que empezó a repartir juego, sobre todo a Entrerrios y a los extremos, que fueron los que batieron a Sterbik, que se había mostrado hasta entonces muy seguro anulando cualquier aproximación de los españoles. El Ciudad Real se fue al descanso, tras lograr en los últimos dos minutos y medio un parcial de 3-0 para acabar con seis goles de ventaja.
El inicio de la segunda parte tuvo los mismos argumentos que el inicio del partido, el Veszprem, con un parcial 2-0, volvió a poner el nerviosismo en las acciones castellanomanchegas, pero apareció Talant, que marcó tres goles consecutivos, con riqueza de movimientos, lo que acabó por hundir a los húngaros, que trataban de remontar ajustando su defensa, pero no encontraban respuestas. El Ciudad Real continuó sumando goles y aumentó la distancia en el marcador, debido al gran trabajo defensivo 6-0 y 5-1, en el que destacaron Dinar, Ortega y Pajovic sobre el resto, mientras que en el ataque y la dirección del juego Dujshebaev fue el más destacado, junto con el resto del equipo, para lograr esa buena diferencia de nueve goles.
Para que este cambio se produjera fue necesario que entrara en la pista Pajovic, que con Dinar y Stefansson se aplicaron en los seis metros en ataque. Nuevamente un genial Talant Dujshebaev fue el que empezó a repartir juego, sobre todo a Entrerrios y a los extremos, que fueron los que batieron a Sterbik, que se había mostrado hasta entonces muy seguro anulando cualquier aproximación de los españoles. El Ciudad Real se fue al descanso, tras lograr en los últimos dos minutos y medio un parcial de 3-0 para acabar con seis goles de ventaja.
El inicio de la segunda parte tuvo los mismos argumentos que el inicio del partido, el Veszprem, con un parcial 2-0, volvió a poner el nerviosismo en las acciones castellanomanchegas, pero apareció Talant, que marcó tres goles consecutivos, con riqueza de movimientos, lo que acabó por hundir a los húngaros, que trataban de remontar ajustando su defensa, pero no encontraban respuestas. El Ciudad Real continuó sumando goles y aumentó la distancia en el marcador, debido al gran trabajo defensivo 6-0 y 5-1, en el que destacaron Dinar, Ortega y Pajovic sobre el resto, mientras que en el ataque y la dirección del juego Dujshebaev fue el más destacado, junto con el resto del equipo, para lograr esa buena diferencia de nueve goles.