L D (EFE) La dirección de la banda terrorista distribuye entre sus pistoleros un "manual" con las consignas que los detenidos deben repetir para tratar de deslegitimar las instituciones del Estado de Derecho y desvirtuar la lucha contra el terrorismo. Siguiendo ese documento, los etarras arrestados deben denunciar siempre torturas, una estrategia que también llevaron a cabo los directivos del diario abertzale Eguinkaria cuando fue clausurado por orden judicial. Acusados de colaboración con banda armada, la denuncia fue sólo ante los medios de comunicación y no ante las instancias judiciales.
La propaganda etarra ha cundido ahora en el discurso del relator de la ONU, que sólo incluye en su documento la información del entorno etarra y que obvia las denuncias reiteradas del Gobierno ante la aplicación del "manual de ETA". El informe de Theo van Boven está en la misma línea que las tesis de los abertzales y lo redactó tras una estancia de cinco días en España.
En él, sostiene además que "la incomunicación (de los presos etarras) crea condiciones que facilitan la tortura además de que puede constituir por sí misma una forma de trato cruel e inhumano" y sostiene que ha observado ciertas "resistencias" de sus interlocutores oficiales a "discutir la existencia y amplitud de la práctica de la tortura en España". Lo atribuye a "la carga política del tema".