L D (EFE) Este vehículo habría sido visto el pasado lunes en el aeródromo de Vimory, cerca de París, donde los chantajistas entregaron un mensaje dirigido a la policía para dar detalles de la entrega del rescate reclamado, de cuatro millones de dólares y uno de euros, según publica el diario Le Parisien . Finalmente, la entrega del dinero no pudo llevarse a cabo, ya que la oscuridad impidió a los investigadores localizar el lugar señalado por los chantajistas para depositar el rescate.
Junto a la búsqueda de la furgoneta, la policía francesa continúa investigando las pocas pistas dejadas por el misterioso grupo, que podría romper el contacto con las autoridades durante dos semanas, como había prometido si el caso se hacía público. En este sentido, desde el Ministerio del Interior lamentan que el caso no haya permanecido callado por la prensa "24 o 48 horas más", lo que les hubiera dado tiempo para avanzar en la investigación.
El diario La Depeche du Midi informó de las amenazas de AZF justo cuando se acababa de iniciar un nuevo proceso de entrega del rescate. Ante el silencio que mantiene el grupo, los investigadores continúan analizando las cartas enviadas a la Presidencia de la República y al Ministerio del Interior, y el artefacto que colocaron cerca de Limoges, en la vía de tren que une París con Toulouse, y que la policía pudo localizar siguiendo las pistas dadas por AZF.
La policía investiga los establecimientos que pueden haber vendido los componentes de esta bomba y, en particular, el nitrato de fuel. Las cartas enviadas para establecer el chantaje han servido a los investigadores más para determinar el perfil del grupo que para identificarlo.
"Se trata de un grupo pequeño y extremadamente metódico. Tiene cierta determinación pero duda en pasar a la acción. Tienen un buen nivel cultural e intelectual. Actúan posiblemente para saldar cuentas, por un deseo de revancha", afirman desde el gabinete del ministro del Interior, Nicolas Sarkozy. El análisis de la semántica empleada permite sospechar que AZF está compuesto por franceses que escriben en su lengua materna, en contra de lo pensado inicialmente, cuando consideraron que las cartas estaban traducidas del alemán o el checo.
Junto a la búsqueda de la furgoneta, la policía francesa continúa investigando las pocas pistas dejadas por el misterioso grupo, que podría romper el contacto con las autoridades durante dos semanas, como había prometido si el caso se hacía público. En este sentido, desde el Ministerio del Interior lamentan que el caso no haya permanecido callado por la prensa "24 o 48 horas más", lo que les hubiera dado tiempo para avanzar en la investigación.
El diario La Depeche du Midi informó de las amenazas de AZF justo cuando se acababa de iniciar un nuevo proceso de entrega del rescate. Ante el silencio que mantiene el grupo, los investigadores continúan analizando las cartas enviadas a la Presidencia de la República y al Ministerio del Interior, y el artefacto que colocaron cerca de Limoges, en la vía de tren que une París con Toulouse, y que la policía pudo localizar siguiendo las pistas dadas por AZF.
La policía investiga los establecimientos que pueden haber vendido los componentes de esta bomba y, en particular, el nitrato de fuel. Las cartas enviadas para establecer el chantaje han servido a los investigadores más para determinar el perfil del grupo que para identificarlo.
"Se trata de un grupo pequeño y extremadamente metódico. Tiene cierta determinación pero duda en pasar a la acción. Tienen un buen nivel cultural e intelectual. Actúan posiblemente para saldar cuentas, por un deseo de revancha", afirman desde el gabinete del ministro del Interior, Nicolas Sarkozy. El análisis de la semántica empleada permite sospechar que AZF está compuesto por franceses que escriben en su lengua materna, en contra de lo pensado inicialmente, cuando consideraron que las cartas estaban traducidas del alemán o el checo.