L D (EFE) Un año después de conseguir en Birmingham el récord de seis medallas, el equipo español se va de vacío: sin un solo metal que llevarse al cuello y con sólo cinco atletas entre los seis mejores del mundo: Penti (4), Marta (4), Sergio Gallardo (5), Martínez (5) y Marta Mendía (6). En la última jornada en Budapest los capitanes asumieron la responsabilidad de salvar el honor de la selección española, pero también fracasaron. Martínez, afectado por el mal fario que parecía perseguir a los españoles en Budapest, empezó su concurso de peso con una caída, como en los Europeos de Múnich.
España se aferraba a una baza sólida, Marta Domínguez, para ganar alguna medalla, pero todo se torció también para la palentina. Nadie salió a tirar y tuvo que recorrer en cabeza 14 de las 15 vueltas. En una carrera táctica que se ganó en 9:11.22 se le metieron tres por delante, las dos etíopes, que entraba dentro de la lógica, y la estadounidense Shayne Culpepper, con la que no contaba. Quedaba el cartucho de José Antonio Redolat en 1.500, pero el valenciano no estaba para tracas. Viene de pasar un calvario de lesiones y, para colmo, tuvo muchos problemas en una carrera que definió como "muy perra", yendo de atrás hacia adelante como alma en pena. A la última vuelta llegó desfondado y terminó penúltimo.
La jornada de clausura sólo tuvo un resultado alentador para España: el sexto puesto de Marta Mendía en la final de altura con una marca de 1,94 que la consolida en registros de elite. Glory Alozie, dos veces subcampeona mundial de 60 metros vallas en pista cubierta, fue eliminada en las series con un quinto puesto y una marca de 8.08 segundos que no le permitió pasar por tiempos a semifinales. Glory Alozie fue subcampeona mundial de 60 metros vallas el año pasado en Birmingham, donde le ganó la estadounidense Gail Devers, y el año 1999 en Maebashi (Japón), donde sólo cedió ante la kazaka Olga Shishigina.
Su compañera de equipo Aliuska López, que sobrevivió a la primera criba, tampoco tuvo suerte en semifinales. Sólo había saltado una valla cuando una contractura en la pierna izquierda la dejó K.O. En longitud, Concha Montaner, la única finalista del grupo de Rafael Blanquer, evitó al menos el último puesto. Con 6,46 acabó séptima, fuera de las seis que cobran en metálico. Los dos relevos 4x400 fueron quintos y últimos en sus respectivas series, confirmando la dudosa conveniencia de traer a tantos atletas para una prueba que no dejaba ninguna esperanza de llegar a la final.
España se aferraba a una baza sólida, Marta Domínguez, para ganar alguna medalla, pero todo se torció también para la palentina. Nadie salió a tirar y tuvo que recorrer en cabeza 14 de las 15 vueltas. En una carrera táctica que se ganó en 9:11.22 se le metieron tres por delante, las dos etíopes, que entraba dentro de la lógica, y la estadounidense Shayne Culpepper, con la que no contaba. Quedaba el cartucho de José Antonio Redolat en 1.500, pero el valenciano no estaba para tracas. Viene de pasar un calvario de lesiones y, para colmo, tuvo muchos problemas en una carrera que definió como "muy perra", yendo de atrás hacia adelante como alma en pena. A la última vuelta llegó desfondado y terminó penúltimo.
La jornada de clausura sólo tuvo un resultado alentador para España: el sexto puesto de Marta Mendía en la final de altura con una marca de 1,94 que la consolida en registros de elite. Glory Alozie, dos veces subcampeona mundial de 60 metros vallas en pista cubierta, fue eliminada en las series con un quinto puesto y una marca de 8.08 segundos que no le permitió pasar por tiempos a semifinales. Glory Alozie fue subcampeona mundial de 60 metros vallas el año pasado en Birmingham, donde le ganó la estadounidense Gail Devers, y el año 1999 en Maebashi (Japón), donde sólo cedió ante la kazaka Olga Shishigina.
Su compañera de equipo Aliuska López, que sobrevivió a la primera criba, tampoco tuvo suerte en semifinales. Sólo había saltado una valla cuando una contractura en la pierna izquierda la dejó K.O. En longitud, Concha Montaner, la única finalista del grupo de Rafael Blanquer, evitó al menos el último puesto. Con 6,46 acabó séptima, fuera de las seis que cobran en metálico. Los dos relevos 4x400 fueron quintos y últimos en sus respectivas series, confirmando la dudosa conveniencia de traer a tantos atletas para una prueba que no dejaba ninguna esperanza de llegar a la final.