L D (EFE) Esas dimisiones de carácter simbólico en protesta por la situación de "asfixia financiera" pueden ser rechazadas por la administración, pero son susceptibles de llevar a la paralización de muchos laboratorios y de equipos de investigación públicos en Francia si la situación dura mucho tiempo. "No pienso que una dimisión sea la solución, al contrario pienso que hay que renovar el diálogo. He hecho propuestas y gestos significativos", dijo Raffarin a la televisión France 3.
La ministra delegada para la Investigación, Claidie Haigneré, se mostró, no obstante, optimista y aseguró que "la investigación va a continuar funcionando" en Francia, pese a esa dimisión colectiva, que calificó de "signo fuerte". "Gracias a Dios, cada director de laboratorio tiene la responsabilidad de continuar su investigación (...) No es porque haya habido importantes dimisiones que la investigación se va a parar mañana", consideró Haigneré. La ministra cree prioritario ahora "ver con cada uno de los directores de organismos, caso por caso, como podemos hacer para que la investigación continúe".
No ha disuadido a los científicos la promesa de Raffarin de aumentar en 3.000 millones de euros la inversión en investigación entre 2005 y 2007, una oferta de última hora que fue acogida con recelo por la comunidad científica, que lanzó su movimiento de protesta hace dos meses. Sus integrantes no se creen que el Gobierno vaya a invertir tanto dinero cuando es incapaz de desbloquear 20 millones de euros para mantener medio millar de contratos temporales de jóvenes investigadores que llegan a su fin y cuya defensa se ha convertido en la bandera de la reivindicación de los científicos.
Los últimos acontecimientos han hecho que Raffarin (un 51 por ciento de los franceses quiere que deje su cargo tras las elecciones regionales de los próximos días 21 y 28) haya cambiado su inicial tono de firmeza y apueste ahora por "renovar el diálogo". Este martes, el primer ministro se mostró contento por la puesta en marcha de un comité nacional por la investigación científica a iniciativa de la Academia de las Ciencias, lo que calificó de "buena noticia" y de "etapa importante". Ese comité está integrado, entre otros, por varios miembros del colectivo de protesta "Salvemos la Investigación", algo que satisface a Raffarin, pues en ese marco podrá abordarse la "ley de programación y de orientación para la investigación", que espera presentar en el segundo semestre de este año.
Unos 15.000 investigadores (5.300 según la policía) depositaron este martes en el Ministerio de Investigación varias urnas con las cartas de dimisión firmadas por los científicos franceses. En Francia hay 191.000 empleados en investigación (de los cuales un 54 por ciento en el sector público), y se destinan 34.000 millones de euros al sector, lo que sitúa a Francia como el cuarto país que dedica un mayor porcentaje de su PIB a gastos de investigación y desarrollo, detrás de Japón, Estados Unidos y Alemania, según datos de la OCDE. El colectivo "Salvemos la investigación" organizó a principios de año una recogida de firmas que rubricaron más de 60.000 investigadores del sector público, más de la mitad del total, en protesta por la falta de medios financieros y humanos.