L D (EFE) La decisión se tomó cerca de la medianoche, tras doce horas ininterrumpidas de declaraciones de testigos e implicados en el caso.
La cuantía de la fianza se desconoce y casi con toda probabilidad los jugadores tendrán que pasar la noche en la prisión de Sangonera, hasta mañana que podrán regresar a su país. Los hechos denunciados ocurrieron la noche del 29 de febrero al 1 de marzo, cuando las mujeres, según su denuncia, fueron abordadas en su habitación del hotel de La Manga Club en el que se alojaban por los acusados, que las agredieron y violaron a una de ellas, al tiempo que manosearon con fines sexuales a las otras dos.
Las diligencias judiciales de este jueves, que se prolongaron durante toda la jornada, comenzaron por la mañana con el visionado de las cintas de vídeo grabadas por los equipos del hotel del complejo La Manga Club donde ocurrieron los hechos. Los futbolistas, Paul Dickov, Keith Gillespie y Franck Sinclair, habían llegado poco antes de las 10.00 horas a las dependencias judiciales en un furgón de conducciones de la Guardia Civil que los trasladó desde la cárcel de Sangonera, donde ingresaron el pasado viernes en situación de prisión provisional.
Una vez en los juzgados permanecieron durante toda la mañana en los calabozos, ya que antes de comenzar a declarar comparecieron ante el juez una decena de testigos, entre ellos clientes y personal del hotel, además del taxista que trasladó tras los hechos a las denunciantes al aeropuerto alicantino de El Altet, donde presentaron la denuncia. El taxista -quien no facilitó su identidad- dijo a Efe que no observó que las mujeres presentaran hematomas ni signos visibles de haber sufrido lesiones y explicó que las llevó primero a almorzar a un restaurante y posteriormente las trasladó en su vehículo al aeropuerto.
Una pulsera supuestamente de uno de los futbolistas y unas bragas manchadas de sangre fueron entregadas como prueba por las mujeres, quienes hoy participaron en una rueda de reconocimiento en el marco de las diligencias y, una de ellas, además, se sometió a un careo con uno de los acusados. Las mujeres han permanecido en Cartagena desde que el pasado día 2 de marzo presentaron la denuncia y han tenido que cambiar de alojamiento en varias ocasiones ante la presión de los medios de comunicación.
Según su abogada, Encarnación Gómez, no quieren dinero y están dispuestas a seguir hasta el final con el proceso. Ocho de los nueve jugadores que fueron denunciados inicialmente por estos hechos tendrán que regresar a Cartagena cuando se celebre el juicio por este caso que, según los abogados, podría tardar entre uno y tres años, debido a la instrucción que debe llevarse a cabo.
La cuantía de la fianza se desconoce y casi con toda probabilidad los jugadores tendrán que pasar la noche en la prisión de Sangonera, hasta mañana que podrán regresar a su país. Los hechos denunciados ocurrieron la noche del 29 de febrero al 1 de marzo, cuando las mujeres, según su denuncia, fueron abordadas en su habitación del hotel de La Manga Club en el que se alojaban por los acusados, que las agredieron y violaron a una de ellas, al tiempo que manosearon con fines sexuales a las otras dos.
Las diligencias judiciales de este jueves, que se prolongaron durante toda la jornada, comenzaron por la mañana con el visionado de las cintas de vídeo grabadas por los equipos del hotel del complejo La Manga Club donde ocurrieron los hechos. Los futbolistas, Paul Dickov, Keith Gillespie y Franck Sinclair, habían llegado poco antes de las 10.00 horas a las dependencias judiciales en un furgón de conducciones de la Guardia Civil que los trasladó desde la cárcel de Sangonera, donde ingresaron el pasado viernes en situación de prisión provisional.
Una vez en los juzgados permanecieron durante toda la mañana en los calabozos, ya que antes de comenzar a declarar comparecieron ante el juez una decena de testigos, entre ellos clientes y personal del hotel, además del taxista que trasladó tras los hechos a las denunciantes al aeropuerto alicantino de El Altet, donde presentaron la denuncia. El taxista -quien no facilitó su identidad- dijo a Efe que no observó que las mujeres presentaran hematomas ni signos visibles de haber sufrido lesiones y explicó que las llevó primero a almorzar a un restaurante y posteriormente las trasladó en su vehículo al aeropuerto.
Una pulsera supuestamente de uno de los futbolistas y unas bragas manchadas de sangre fueron entregadas como prueba por las mujeres, quienes hoy participaron en una rueda de reconocimiento en el marco de las diligencias y, una de ellas, además, se sometió a un careo con uno de los acusados. Las mujeres han permanecido en Cartagena desde que el pasado día 2 de marzo presentaron la denuncia y han tenido que cambiar de alojamiento en varias ocasiones ante la presión de los medios de comunicación.
Según su abogada, Encarnación Gómez, no quieren dinero y están dispuestas a seguir hasta el final con el proceso. Ocho de los nueve jugadores que fueron denunciados inicialmente por estos hechos tendrán que regresar a Cartagena cuando se celebre el juicio por este caso que, según los abogados, podría tardar entre uno y tres años, debido a la instrucción que debe llevarse a cabo.