L D (EFE) El letrado manifestó que el bailaor huyó tras cometer el atropello porque "es un chico joven y tímido y se asustó", pues conducía un coche BMW que estaba probando sin tener permiso de conducir y sin seguro de automóviles.
El bailaor, de 22 años, estuvo "mal aconsejado" según su abogado, cuando decidió culpar a su hermano de 15 años del atropello ocurrido el pasado 30 de septiembre de 2003, cuando murió un hombre de 35 años que cruzaba un paso de cebra al salir del polideportivo San Pablo de Sevilla. Saldaña manifestó que "Farruquito" "lo ha pasado muy mal estos meses y se alegra de que el caso haya terminado así", ahora "se encuentra anímicamente mejor y para él ha sido una liberación que se haya descubierto la verdad", por lo que mantiene su actuación prevista para mañana en Murcia.
Fuentes del caso indicaron que el verdadero autor del atropello se conoció gracias a unos "pinchazos" telefónicos que la Brigada de Régimen Interior de la Policía tenía, por otros presuntos delitos, sobre los teléfonos de un agente de Málaga, que fue quien aconsejó a "Farruquito" culpar a su hermano, dado que al ser menor de edad saldría del juicio con una pena inferior.
La juez levantó este lunes el secreto del sumario que pesaba sobre las actuaciones desde septiembre pasado, en las que están imputados dos policías nacionales, el bailaor y un amigo de Marbella (Málaga) que le puso en contacto con el agente. Según Benito Saldaña, la pena máxima prevista para los delitos que se imputan a "Farruquito" es de cuatro años, si bien confía en poder demostrar que no hubo omisión del deber de socorro porque tras el atropello el acusado "miró por el retrovisor, vio que la víctima se puso en pie y que tenía a otras personas alrededor", por lo que "no dejó a la víctima desamparada".
El letrado indicó que el atropello ocurrió de noche y en un lugar de poca visibilidad, lo que unido a la ausencia de antecedentes penales podría implicar una condena menor para Fernández Montoya y que no tenga que ingresar en prisión. El bailaor, que iba acompañado por un amigo, estaba probando el coche BMW y huyó del lugar porque "se asustó" al percatarse de la gravedad de las posibles consecuencias al no tener permiso de conducir ni seguro de automóviles, según su abogado.
El atropello ocurrió cuando Bejamín Olalla, de 35 años, salía de la piscina municipal de San Pablo y fue golpeado por un coche que circulaba a gran velocidad y que lo lanzó a 15 metros, según los testigos presenciales, lo que le causó graves heridas por las que falleció dos horas después.
El bailaor, de 22 años, estuvo "mal aconsejado" según su abogado, cuando decidió culpar a su hermano de 15 años del atropello ocurrido el pasado 30 de septiembre de 2003, cuando murió un hombre de 35 años que cruzaba un paso de cebra al salir del polideportivo San Pablo de Sevilla. Saldaña manifestó que "Farruquito" "lo ha pasado muy mal estos meses y se alegra de que el caso haya terminado así", ahora "se encuentra anímicamente mejor y para él ha sido una liberación que se haya descubierto la verdad", por lo que mantiene su actuación prevista para mañana en Murcia.
Fuentes del caso indicaron que el verdadero autor del atropello se conoció gracias a unos "pinchazos" telefónicos que la Brigada de Régimen Interior de la Policía tenía, por otros presuntos delitos, sobre los teléfonos de un agente de Málaga, que fue quien aconsejó a "Farruquito" culpar a su hermano, dado que al ser menor de edad saldría del juicio con una pena inferior.
La juez levantó este lunes el secreto del sumario que pesaba sobre las actuaciones desde septiembre pasado, en las que están imputados dos policías nacionales, el bailaor y un amigo de Marbella (Málaga) que le puso en contacto con el agente. Según Benito Saldaña, la pena máxima prevista para los delitos que se imputan a "Farruquito" es de cuatro años, si bien confía en poder demostrar que no hubo omisión del deber de socorro porque tras el atropello el acusado "miró por el retrovisor, vio que la víctima se puso en pie y que tenía a otras personas alrededor", por lo que "no dejó a la víctima desamparada".
El letrado indicó que el atropello ocurrió de noche y en un lugar de poca visibilidad, lo que unido a la ausencia de antecedentes penales podría implicar una condena menor para Fernández Montoya y que no tenga que ingresar en prisión. El bailaor, que iba acompañado por un amigo, estaba probando el coche BMW y huyó del lugar porque "se asustó" al percatarse de la gravedad de las posibles consecuencias al no tener permiso de conducir ni seguro de automóviles, según su abogado.
El atropello ocurrió cuando Bejamín Olalla, de 35 años, salía de la piscina municipal de San Pablo y fue golpeado por un coche que circulaba a gran velocidad y que lo lanzó a 15 metros, según los testigos presenciales, lo que le causó graves heridas por las que falleció dos horas después.