L D (EFE) Los primeros 139 kilómetros de la carrera, con salida y llegada en la localidad guipuzcoana de Bergara, han sido recorridos por Valverde en un tiempo de tres horas, 25 minutos y 49 segundos, a una media de 40,5 kilómetros por hora.
Tras él llegaban los italianos Davide Rebellin y Danilo di Luca y los españoles Jorge Ferrio, David Etxebarria y Aitor Osa en el mismo tiempo, mientras que el primer grupo con el último vencedor, Iban Mayo, lo hacía a tres segundos. Ha sido una etapa movida y de buen ciclismo, con muchas alternativas debido al trazado, a las ganas que han puesto las figuras que participan en la carrera vasca y que ha rematado a lo campeón Valverde con un triunfo que servirá para dar tranquilidad al equipo tras las declaraciones realizadas en los últimos días por su ex compañero Jesús Manzano sobre dopaje.
La etapa comenzaba con una salida con muchos nervios y continuos tirones hasta que se produjo la escapada del día, cuando se fueron el alemán Jens Voigt (CSC) y el español Chente García Acosta (Illes Balears) hacia el kilómetro 19. Una fuga que dio cierta tranquilidad al grupo y al equipo Euskaltel Euskadi a asumir la responsabilidad, ya que parte como el bloque a batir por aquello de estar en su tierra, defender el título de Iban Mayo y por estar con todas sus figuras. Marcaron un ritmo exigente con Iker Flores, Unai Etxebarria y Haimar Zubeldia, pues defienden el título logrado el pasado año con Mayo y en esta ocasión presentan varias bazas, un equipo muy fuerte liderado por el propio Mayo, David Etxebarria y Samuel Sánchez, que ha ido a remolque durante todo el día.
Una cadencia que sirvió para acercarse paulatinamente a los escapados y al mismo tiempo castigar a sus más directos rivales para el podio final, caso del italiano Iban Basso, el estadounidense Tyler Hamilton, el kazako Alexandre Vinokourov o los españoles Alejandro Valverde e Igor González de Galdeano. Además de ir descubriendo las debilidades algunos ilustres, entre ellos Joseba Beloki, cuyo equipo fue admitido a última horas, pues los organizadores de la carrera lo habían descartado al ser conscientes de que Beloki no estaba en forma tras la caída que sufrió en la primera etapa del Criterium Internacional. La aventura de García Acosta y Jens Voigt, un corredor que entra en los pronósticos para el podio tras su victoria en el Criterium, y que por ello los del Euskaltel no escatimaron esfuerzos para tenerla controlada y a falta de unos 30 kilómetros para el final decidieron echarla abajo.
Tras la neutralización, el Euskaltel levantó un poco el pie, pero la carrera estaba ya lanzada y eran otros equipos como el Rabobank de Levi Leipheimer, el Quick Step de Richard Virenque, el T. Mobile de Alexandre Vinokourov o el Lampre de Wladimir Belli los tomaron el relevo, pero sin que Euskaltel se escabullera del trabajo a pesar de que Samuel Sánchez lo estaba pasando bastante mal y durante muchos kilómetros perdía el contacto con el grupo puntero. La marcha se fue incrementando a medida que se acercaba línea de meta, pues son muchos los equipos que quieren salvar los muebles a las primeras de cambio. Por ello más que correr se voló. Muchos cambios de ritmo, de castigo, en las primeras rampas del último puerto, el Asentzio, catalogado de segunda y cuya cima se encontraba a tan sólo 17 kilómetros.
Muchos ataques que no fueron a ninguna parte. Primero los italianos Dario Cioni y Damiano Cunego, pero sí sirvieron para ir seleccionando el grupo principal y estrechar la vigilancia entre los favoritos, que en algunos casos lo pasaron mal debido a esos tirones. El más consistente en el tramo final lo protagonizó el ruso Denis Menchov, que fue neutralizado poco después de la pancarta de último kilómetros, momento que aprovecharon los corredores más rápidos que iban en el primer pelotón, casos de Rebellin y Vicioso. Sn embargo, Valverde, como si fuera un calco del último mundial que ganó su compatriota Astarloa y en el que él quedó segundo, arrancó como un poseso y ganó con facilidad.
Este martes se disputará la segunda etapa, que unirá la localidad guipuzcoana de Bergara con la vizcaína de Zalla, de 178 kilómetros y todo un rosario de puertos: Krutzeta (segunda categoría, kilómetro 25), Bikoitzgane (segunda, km. 61), Gárate (tercera, km. 82), Humaran (tercera, km. 101), Beci (tercera, kms. 117, 141 y 165) y Avellaneda (tercera, kms 134 y 158).
Tras él llegaban los italianos Davide Rebellin y Danilo di Luca y los españoles Jorge Ferrio, David Etxebarria y Aitor Osa en el mismo tiempo, mientras que el primer grupo con el último vencedor, Iban Mayo, lo hacía a tres segundos. Ha sido una etapa movida y de buen ciclismo, con muchas alternativas debido al trazado, a las ganas que han puesto las figuras que participan en la carrera vasca y que ha rematado a lo campeón Valverde con un triunfo que servirá para dar tranquilidad al equipo tras las declaraciones realizadas en los últimos días por su ex compañero Jesús Manzano sobre dopaje.
La etapa comenzaba con una salida con muchos nervios y continuos tirones hasta que se produjo la escapada del día, cuando se fueron el alemán Jens Voigt (CSC) y el español Chente García Acosta (Illes Balears) hacia el kilómetro 19. Una fuga que dio cierta tranquilidad al grupo y al equipo Euskaltel Euskadi a asumir la responsabilidad, ya que parte como el bloque a batir por aquello de estar en su tierra, defender el título de Iban Mayo y por estar con todas sus figuras. Marcaron un ritmo exigente con Iker Flores, Unai Etxebarria y Haimar Zubeldia, pues defienden el título logrado el pasado año con Mayo y en esta ocasión presentan varias bazas, un equipo muy fuerte liderado por el propio Mayo, David Etxebarria y Samuel Sánchez, que ha ido a remolque durante todo el día.
Una cadencia que sirvió para acercarse paulatinamente a los escapados y al mismo tiempo castigar a sus más directos rivales para el podio final, caso del italiano Iban Basso, el estadounidense Tyler Hamilton, el kazako Alexandre Vinokourov o los españoles Alejandro Valverde e Igor González de Galdeano. Además de ir descubriendo las debilidades algunos ilustres, entre ellos Joseba Beloki, cuyo equipo fue admitido a última horas, pues los organizadores de la carrera lo habían descartado al ser conscientes de que Beloki no estaba en forma tras la caída que sufrió en la primera etapa del Criterium Internacional. La aventura de García Acosta y Jens Voigt, un corredor que entra en los pronósticos para el podio tras su victoria en el Criterium, y que por ello los del Euskaltel no escatimaron esfuerzos para tenerla controlada y a falta de unos 30 kilómetros para el final decidieron echarla abajo.
Tras la neutralización, el Euskaltel levantó un poco el pie, pero la carrera estaba ya lanzada y eran otros equipos como el Rabobank de Levi Leipheimer, el Quick Step de Richard Virenque, el T. Mobile de Alexandre Vinokourov o el Lampre de Wladimir Belli los tomaron el relevo, pero sin que Euskaltel se escabullera del trabajo a pesar de que Samuel Sánchez lo estaba pasando bastante mal y durante muchos kilómetros perdía el contacto con el grupo puntero. La marcha se fue incrementando a medida que se acercaba línea de meta, pues son muchos los equipos que quieren salvar los muebles a las primeras de cambio. Por ello más que correr se voló. Muchos cambios de ritmo, de castigo, en las primeras rampas del último puerto, el Asentzio, catalogado de segunda y cuya cima se encontraba a tan sólo 17 kilómetros.
Muchos ataques que no fueron a ninguna parte. Primero los italianos Dario Cioni y Damiano Cunego, pero sí sirvieron para ir seleccionando el grupo principal y estrechar la vigilancia entre los favoritos, que en algunos casos lo pasaron mal debido a esos tirones. El más consistente en el tramo final lo protagonizó el ruso Denis Menchov, que fue neutralizado poco después de la pancarta de último kilómetros, momento que aprovecharon los corredores más rápidos que iban en el primer pelotón, casos de Rebellin y Vicioso. Sn embargo, Valverde, como si fuera un calco del último mundial que ganó su compatriota Astarloa y en el que él quedó segundo, arrancó como un poseso y ganó con facilidad.
Este martes se disputará la segunda etapa, que unirá la localidad guipuzcoana de Bergara con la vizcaína de Zalla, de 178 kilómetros y todo un rosario de puertos: Krutzeta (segunda categoría, kilómetro 25), Bikoitzgane (segunda, km. 61), Gárate (tercera, km. 82), Humaran (tercera, km. 101), Beci (tercera, kms. 117, 141 y 165) y Avellaneda (tercera, kms 134 y 158).