(Libertad Digital) Serhane Ben Abdelmajid, "El Tunecino", coordinador de los atentados del 11-M muerto en Leganés, pidió a Amer Azizi, conocido como "Othman Al Andalusí" y considerado jefe operativo de Al-Qaeda en Europa que se encuentra huido, que le proporcionara miembros del Grupo Islámico de Combatientes Marroquíes para atentar en España. Era finales de 2002-principios de 2003 y acaba de ponerse en marcha el plan para cometer el atentado más grave en la historia de España. Para el 11-M, "El Tunecino" quería contar con expertos terroristas de la red de Ben Laden pero ese primer contacto fracasó: la mayoría estaban detenidos en Guantánamo tras la intervención de EEUU en Afganistán o estaban fichados. El enlace de Al-Qaeda sí que le facilitó un encuentro con Jamal Zougam (uno de los autores materiales de los atentados de Madrid ya en prisión).
A finales de octubre de 2003 las gestiones de "El Tunecino" comenzaron a dar sus frutos. Said Berraj, otro de los sospechosos del 11-M que se encuentra en busca y captura, acudió a una reunión en Turquía con tres responsables de Al-Qaeda cercanos a Azizi, y en la que no se descarta que estuviera también él presente. Casi todos los miembros de la célula terrorista estaban ya reclutados.
Al-Qaeda en España
Desde antes incluso de los atentados contra las Torres Gemelas, la red de Ben Laden había establecido en España una cierta infraestructura. De hecho, el cerebro de los atentados de Nueva York y Washington se paseó por media España meses antes del 11-S para planificar la masacre en la que fueron asesinadas cerca de tres mil personas. Había infraestructura aunque fue infravalorada, la Ser llegó a referirse a los islamistas arrestados en una operación contra el terrorismo islámico y las células durmientes de Al-Qaeda como los "detenidos del detergente". Posteriormente se confirmó que los productos que ocultaban servían para fabricar explosivos.
Las amenazas a España en los comunicados de Ben Laden
El discurso de Ben Laden hace sucesivas referencias a Al Andalus como parte integral del islam y a su necesidad de reconquista. Es parte del objetivo primordial de la red terrorista: "recomponer un imperio musulmán".