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Google promete seguir sin "portarse mal" después de su salida a bolsa

Aunque con su salida a bolsa estará expuesta a mayores presiones para dar beneficios, los fundadores de Google han señalado que mantendrán el espíritu de independencia que marcó a la empresa desde su creación, en un garaje de Menlo Park, en el californiano Silicon Valley, en 1998. Así, la compañía no informará sobre sus ganancias cada trimestre, tal y como hacen el resto de las compañías.

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L D (EFE) "Un equipo de dirección distraído por objetivos a corto plazo es tan inútil como una persona a dieta que esté pesándose cada media hora", señalaron los fundadores de la empresa, Larry Page y Sergey Brin, en la misiva que acompañó a los documentos presentados ante la Comisión de Mercados de Valores (SEC, en inglés). Este documento da interesantes pistas sobre una empresa que hasta ahora se ha caracterizado por su secretismo.
 
Así, el jueves se supo que el sueldo anual de ambos fundadores es de 150.000 dólares, respectivamente, mientras que el presidente gana 250.000 dólares al año. Además, en el Manual para los accionistas de Google, los fundadores explican que la salida a bolsa no pondrá en peligro la máxima de la empresa de "no portarse mal" y sacrificar sus ideales por beneficios a corto plazo. "Aspiramos a que Google sea una institución que hace del mundo un mejor lugar", señalan los fundadores, que planean crear una fundación.

Tal y como se anticipaba, Google dijo que el precio de su oferta pública de venta (OPV) se determinará a través de un proceso diseñado para que el público general tenga más posibilidades de comprar las acciones antes de que comiencen a cotizar, posiblemente a finales del tercer trimestre o comienzos del cuarto. Tradicionalmente, las OPV están diseñadas para que sólo una elite, elegida por los bancos de inversión, tenga acceso.
 
Google desea evitar los escándalos y excesos del "boom" de la década de 1990, y por ello ha buscado métodos diferentes de realizar su salida al mercado. En cuanto a su dirección, estará al frente un triunvirato formado por Larry Page y Sergey Brin y el presidente ejecutivo Eric Schmidt, una estructura poco convencional para una compañía que se precia de ser diferente.
 
Además, lo que ocurra con Google podría dar una medida de hasta dónde ha llegado la recuperación en un sector de capa caída desde hace cuatro años, cuando se produjo el colapso de las punto com. A finales del año pasado, la empresa se valoraba en unos 25.000 millones de dólares, cifra similar a la capitalización bursátil que tenía el minorista por Internet Amazon, el sitio de subastas eBay y el portal Yahoo!.

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