L D (EFE) Tras un fugaz paso por el Cofidis francés, una formación de la que se desligó tras las denuncias de dopaje de su corredor Philippe Gaumont, Astarloa vuelve a un equipo italiano. En el año 2000 inició su andadura profesional en el Mercatone Uno, en el que permaneció dos temporadas. Las dos siguientes lo hizo en el Saeco.
Su objetivo en el Giro, según confesó, será "cazar etapas". "Al principio notaré los días que llevo sin competir, la falta de fondo. Pero, superada la primera semana, podré luchar por las etapas", anunciaba Astarloa. Junto a los triunfos parciales en la Vuelta a la Comunidad Valencia, en 2003, y al País Vasco (2002 y 2003), sus resultados más sobresalientes han sido la medalla de oro en el Mundial disputado en octubre pasado en la localidad canadiense de Hamilton y la victoria en la clásica Flecha Valona 2003. Astarloa, que lucirá el jersey arco iris por las carreteras italianas, está llamado a compartir protagonismo con un ramillete de ciclistas, la mayoría de nacionalidad italiana.
Legión de italianos
El veterano velocista Mario Cipollini, de 37 años, comandará el Domina Vacanze. En su carta de presentación figuran 42 victorias de etapa en el Giro. Sus compatriotas Alessandro Petacchi (Fassa Bortolo), con seis triunfos parciales en esta prueba; Gilberto Simoni (Saeco), ganador del Giro en 2001 y 2003; Stefano Garzelli (Vini Caldirola); triunfador en 2000 y subcampeón en 2003; y el joven Damiano Cunego (Saeco), que acumula cinco triunfos esta temporada, son otros de los candidatos a acaparar la atención de los aficionados.
Junto a ellos destaca también la anunciada presencia del esprinter australiano Robbie McEwen (Lotto Domo); el ucraniano Yaroslav Popovych (Colnago), tercero en la edición del pasado año; y la incógnita del belga Frank Vandenbroucke (Fassa Bortolo), quien a sus 29 años debutará en el Giro de Italia. A todos ellos les aguardan veinte apasionantes etapas, con un total de 3.423 kilómetros que decidirán quién será el nuevo campeón.