L D (EFE) En un ambiente festivo, rodeadas de coloridos pasteles, rosas rojas, fotógrafos, cámaras de televisión y cientos de familiares, amigos o curiosos, las parejas esperaban su turno para pronunciar el "sí, quiero" en este día histórico en Massachusetts.
En Cambridge, que alberga a la Universidad de Harvard y el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y una de las ciudades más liberales del país, los funcionarios municipales abrieron las puertas del ayuntamiento poco después de la medianoche para que novios y novias comenzasen a rellenar los formularios necesarios.
Pocas horas después, los jueces de esta localidad expidieron los primeros documentos que permitirán a las parejas casarse de forma inmediata, sin tener que esperar los tres días que hasta ahora eran de rigor. En primera fila se encontraban las siete parejas que llevaron el asunto ante los jueces, hace tres años, y que consiguieron que el máximo tribunal de este estado declarase la legalidad de estas uniones, pese a la avalancha de críticas de grupos conservadores y católicos.
La gran conquista de la comunidad homosexual, que pronto podría expandirse a otros estados de EEUU, llega tras una dura batalla legal que comenzó en el año 2001 y que concluyó -provisionalmente, al menos-, el viernes, cuando el Supremo de EEUU renunció a inmiscuirse en el asunto.
Massachusetts sigue los pasos de San Francisco, la ciudad californiana "rebelde" que concedió licencias de matrimonio a más de 4.000 parejas homosexuales a partir de febrero antes de que el Tribunal Supremo de California las vetara. Por contra, el Supremo de Massachusetts declaró que la prohibición de estos casamientos viola la Constitución estatal. Un tribunal federal de apelaciones accedió a estudiar el caso el mes próximo, pero para entonces es probable que las autoridades municipales hayan expedido cientos o miles de licencias.
En Cambridge, que alberga a la Universidad de Harvard y el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y una de las ciudades más liberales del país, los funcionarios municipales abrieron las puertas del ayuntamiento poco después de la medianoche para que novios y novias comenzasen a rellenar los formularios necesarios.
Pocas horas después, los jueces de esta localidad expidieron los primeros documentos que permitirán a las parejas casarse de forma inmediata, sin tener que esperar los tres días que hasta ahora eran de rigor. En primera fila se encontraban las siete parejas que llevaron el asunto ante los jueces, hace tres años, y que consiguieron que el máximo tribunal de este estado declarase la legalidad de estas uniones, pese a la avalancha de críticas de grupos conservadores y católicos.
La gran conquista de la comunidad homosexual, que pronto podría expandirse a otros estados de EEUU, llega tras una dura batalla legal que comenzó en el año 2001 y que concluyó -provisionalmente, al menos-, el viernes, cuando el Supremo de EEUU renunció a inmiscuirse en el asunto.
Massachusetts sigue los pasos de San Francisco, la ciudad californiana "rebelde" que concedió licencias de matrimonio a más de 4.000 parejas homosexuales a partir de febrero antes de que el Tribunal Supremo de California las vetara. Por contra, el Supremo de Massachusetts declaró que la prohibición de estos casamientos viola la Constitución estatal. Un tribunal federal de apelaciones accedió a estudiar el caso el mes próximo, pero para entonces es probable que las autoridades municipales hayan expedido cientos o miles de licencias.