L D (EFE) Según el escrito de calificación del fiscal, los hechos ocurrieron sobre las 4:00 horas de la madrugada del 29 de junio del pasado año en la vivienda conyugal de Guissona cuando el procesado se despertó mientras dormía solo y se dirigió a la habitación donde dormía su esposa, Teresa Gracia, de 65 años.
Al parecer, la mujer le dijo que tenía mucho calor y que no quería estar con él en la cama, por lo que le pidió que se marchara. El procesado no habría aceptado este rechazo y decidió bajar al taller que tenía en la planta baja de la casa donde vivían para coger dos puñales. Con los puñales, habría subido a la habitación de su esposa y con la luz apagada le habría asestado varias puñaladas en el cráneo, brazos y abdomen. La mujer intentó defenderse, pero su marido le tapó la cara con ropa y le colocó un cordón de persiana en el cuello, provocándole la muerte por estrangulación, ya que las puñaladas no llegaron a dañar ningún órgano vital.