LD (EFE) El Juzgado de Instrucción número 11 de Madrid estudia en estos momentos si los dos constructores incurrieron en un delito de falso testimonio cometido en el juicio celebrado en Madrid contra Alcocer y Cortina quienes, ahora, en este procedimiento concreto, son la acusación particular.
Cortina y Alcocer fueron condenados en marzo del 2003 a tres años y cuatro meses de prisión por los delitos de estafa y falsedad documental en el conocido como "caso Urbanor", al negociar la venta de esta sociedad y obtener por su participación un precio que duplicaba el recibido por los socios minoritarios (entre ellos San Martín y Sentieri).
Tras esta sentencia, el juzgado número 11 de Madrid inició diligencias a raíz de la aparición de una carta –en abril de 2003– presuntamente firmada por Sentieri y dirigida a otro de los querellantes del caso Urbanor, Julio San Martín, en el que le recomendaba obviar determinados hechos en el juicio por el caso Urbanor. En esta carta, supuestamente redactada por Sentieri, se sugiere a San Martín que no revele que les interesó percibir por los terrenos de Urbanor –donde finalmente se instalaron las Torres KIO– un menor precio, dado que se excluían determinados compromisos.
El Juzgado debe decidir ahora sobre la autenticidad de esta misiva aparecida en el buzón de la editora y documentalista Gloria Álvarez y que, posteriormente, ha servido para que Cortina y Alcocer acusaran a San Martín y Sentieri de prestar "falso testimonio" en el caso Urbanor. Esta periodista, según el último auto de la Audiencia Provincial de Madrid, es "la transmisora de un documento que llega a sus manos de forma anónima y donde consta que dos personas -los imputados en este procedimiento- se ponen de acuerdo para mentir en un procedimiento penal, o al menos para no decir toda la verdad".
Por ello, el juzgado se encuentra pendiente de un informe pericial para determinar la veracidad de una carta puesto que en las pesquisas realizadas hasta ahora "no queda acreditada" la autenticidad del soporte, el origen del papel ni la antigüedad del folio, ni de la letra ni de la firma.
Cortina y Alcocer fueron condenados en marzo del 2003 a tres años y cuatro meses de prisión por los delitos de estafa y falsedad documental en el conocido como "caso Urbanor", al negociar la venta de esta sociedad y obtener por su participación un precio que duplicaba el recibido por los socios minoritarios (entre ellos San Martín y Sentieri).
Tras esta sentencia, el juzgado número 11 de Madrid inició diligencias a raíz de la aparición de una carta –en abril de 2003– presuntamente firmada por Sentieri y dirigida a otro de los querellantes del caso Urbanor, Julio San Martín, en el que le recomendaba obviar determinados hechos en el juicio por el caso Urbanor. En esta carta, supuestamente redactada por Sentieri, se sugiere a San Martín que no revele que les interesó percibir por los terrenos de Urbanor –donde finalmente se instalaron las Torres KIO– un menor precio, dado que se excluían determinados compromisos.
El Juzgado debe decidir ahora sobre la autenticidad de esta misiva aparecida en el buzón de la editora y documentalista Gloria Álvarez y que, posteriormente, ha servido para que Cortina y Alcocer acusaran a San Martín y Sentieri de prestar "falso testimonio" en el caso Urbanor. Esta periodista, según el último auto de la Audiencia Provincial de Madrid, es "la transmisora de un documento que llega a sus manos de forma anónima y donde consta que dos personas -los imputados en este procedimiento- se ponen de acuerdo para mentir en un procedimiento penal, o al menos para no decir toda la verdad".
Por ello, el juzgado se encuentra pendiente de un informe pericial para determinar la veracidad de una carta puesto que en las pesquisas realizadas hasta ahora "no queda acreditada" la autenticidad del soporte, el origen del papel ni la antigüedad del folio, ni de la letra ni de la firma.