L D (EFE) El mensaje de la vicepresidenta primera del Gobierno tiene más importancia, si cabe, porque lo ha lanzado en Cataluña y porque lo ha acompañado de otra declaración de intenciones cuyo destinatario podría ser también el propio presidente de la Generalidad catalana. Teresa Fernández de la Vega se ha comprometido a abordar una "segunda gran modernización" de España con la reforma "parcial y limitada" de la Constitución y los estatutos, aunque ha advertido que "no somos rehenes ni prisioneros de nadie" y que el Plan Ibarretxe "no es asumible".
De la Vega ha aprovechado la clausura de la XII Reunión del Círculo de Economía para presentar ante los empresarios catalanes los principales objetivos del Gobierno y su compromiso con las reformas institucionales, pero ha advertido de que el Plan Ibarretxe "no es asumible ni por el fondo ni por el procedimiento, es una opinión de este gobierno y del partido socialista".
Unas declaraciones en clara respuesta a las efectuadas un día antes por el presidente catalán. Pascual Maragall aseguró en Vitoria que las propuestas de reforma de los Estatutos de autonomía de su Gobierno y del Ejecutivo vasco son cercanas en su contenido, pero "muy distintas" en la forma, aunque consideró que ambas "convergerán en el futuro".