L D (Agencias) El Ministerio de Exteriores del Reino Unido ha intensificado las negociaciones con el régimen de los ayatolás para que sean liberados los ocho soldados de la Marina Real que este lunes fueron detenidos por patrulleras iraníes cuando entraron en aguas territoriales de ese país, en la zona de la desembocadura del río Chatt al Arab.
Según la agencia de noticias Europa Press, el jefe de la diplomacia británica, Jack Straw, ha conversado telefónicamente con su homólogo iraní, Kamal Jarrazi, sobre la detención de los militares británicos. Otras fuentes afirman que Straw ha pedido que los detenidos sean puestos en libertad cuanto antes.
Por su parte, el canal iraní Al-Alam ha informado de que los soldados detenidos permanecen recluidos en un lugar secreto. Según fuentes diplomáticas británicas citadas por la cadena BBC, las autoridades iraníes han negado hasta ahora a los representantes consulares británicos en Teherán tener acceso a los detenidos, pese a que fue solicitado nada más confirmarse la noticia del arresto.
Al-Alam afirma, citando fuentes militares, que los soldados "serán acusados por la justicia por haber entrado ilegalmente en las aguas territoriales iraníes". El arresto, según la mencionada cadena, tuvo lugar "un kilómetro dentro de las aguas iraníes".
Al-Alam afirma, citando fuentes militares, que los soldados "serán acusados por la justicia por haber entrado ilegalmente en las aguas territoriales iraníes". El arresto, según la mencionada cadena, tuvo lugar "un kilómetro dentro de las aguas iraníes".
Portavoces del Ejército británico confirmaron que tres pequeños barcos de la Marina Real y ocho tripulantes fueron dados por desaparecidos cuando navegaban en el río Chatt al Arab, que hace de frontera entre Irán e Irak. Desde Londres, el Ministerio de Defensa aclaró que las tres embarcaciones retenidas "no son barcos de guerra", como habían afirmado en un principio medios estatales de Teherán. La zona del sur de Irak está bajo control militar británico, incluido el puerto de Um Qasr y las aguas territoriales circundantes. Las lanchas en la zona se dedican oficialmente a vigilar esa región para garantizar la seguridad, impedir el contrabando y participar en la instrucción de las nuevas fuerzas iraquíes.
Las costas del Golfo Pérsico donde confluyen Irak, Irán y Kuwait nunca han estado claramente delimitadas; de hecho, esta cuestión sirvió de pretexto al ex dictador Sadam Husein para desencadenar la guerra contra Irán, en 1980. La decisión iraní puede enrarecer todavía más las relaciones bilaterales entre Teherán y Londres, tensas en las últimas semanas por las críticas del Gobierno británico al régimen de los ayatolás por las trabas puestas a los inspectores del programa nuclear iraní.