L D (EFE) Llegó a la sala de presentación de jugadores, ubicada encima de la tienda del club, puntual y acompañado de sus dos hijos y su mujer, quien no dejó ni un segundo su cámara digital para inmortalizar el momento, mientras sus dos retoños jugaban con una pelota a la vez que su padre explicaba los motivos que le han llevado a dejar el Celtic de Glasgow y fichar por el Barça.
Incrédulo aún por su contratación, Larsson explicaba que el martes y el miércoles ha hablado con algunos amigos suyos en Suecia y que seguían sin creerse que ya sea jugador del conjunto catalán. Larsson ha firmado un contrato por dos años, tendrá una cláusula de rescisión de 20 millones de euros y ha superado satisfactoriamente las pruebas médicas hasta el punto que en los servicios médicos del club se ha destacado el buen estado de forma del jugador, que el 20 de septiembre cumplirá 33 años.
"Sé que habrá mucha presión. Pero me gusta y estoy acostumbrado. Lo único que puedo prometer es que nunca abandono. Cuando dije que quería venir a España no era para venir de vacaciones", dice el jugador sueco. Cuando se le preguntaba si el Barcelona era su retiro dorado, señalaba que el conjunto catalán será el último equipo con el que podrá rendir al máximo nivel, aunque desearía seguir compitiendo hasta los 40 años. Larsson llevará el dorsal 17, ya que el 9, asignado tradicionalmente al delantero centro, sigue en posesión de Patrick Kluivert, a quien el club ha vuelto a animar a que encuentre una salida.
Al recordar la diferencia de nivel entre las Ligas en las que ha participado (Suecia, Holanda y Escocia) y la española, Larsson admite que la Liga es uno de los mejores campeonato del mundo, pero no por ello resta mérito a su dilatada carrera como goleador. "He participado en mundiales y campeonatos de Europa, he jugado ante defensas consolidadas y siempre he marcado goles. Hablaremos al final de la temporada", reflexiona. De su paso por el Celtic y su negativa a renovar, Larsson explicaba que los dirigentes del equipo escocés conocían desde el inicio de la pasada campaña sus planes de emprender una nueva aventura. "Al Celtic lo llevaré siempre en el corazón. Ahora estoy iniciando otro reto", señala.
De su estilo rasta que tanto le caracterizó cuando estuvo en Suecia y sobre todo en Holanda, el nuevo delantero barcelonista señalaba que se rapó la cabeza al cero para cambiar de tendencia. "Era el momento que debía cambiar de imagen. Durante mucho tiempo llevé rastas, pero ya me he hecho grande y respetable. Aunque me gustaba mucho llevar rastas. Mi padre es de Cabo Verde (África)", recordaba.
En su página electrónica en Internet, el jugador barcelonista tiene un apartado en el que describe a un once inicial, en el que está el actual entrenador del Barcelona, Frank Rijkaard. Larsson ha explicado que tenía como referente la Holanda de Ruud Gullit, Marco van Basten, Frank Rijkaard y Ronald Koeman, entre otros, aunque también ha señalado que hace tiempo que no visita su dirección y que posiblemente ahora habría otros jugadores.
Durante la presentación se visionaba un vídeo con algunos goles del jugador y al final el presidente de la entidad, Joan Laporta, le entregaba un cuadro en que aparecía la caricatura del delantero, la misma que servirá al club para promocionar sus actos con imágenes animadas en los que aparecen los jugadores del Barcelona.
Incrédulo aún por su contratación, Larsson explicaba que el martes y el miércoles ha hablado con algunos amigos suyos en Suecia y que seguían sin creerse que ya sea jugador del conjunto catalán. Larsson ha firmado un contrato por dos años, tendrá una cláusula de rescisión de 20 millones de euros y ha superado satisfactoriamente las pruebas médicas hasta el punto que en los servicios médicos del club se ha destacado el buen estado de forma del jugador, que el 20 de septiembre cumplirá 33 años.
"Sé que habrá mucha presión. Pero me gusta y estoy acostumbrado. Lo único que puedo prometer es que nunca abandono. Cuando dije que quería venir a España no era para venir de vacaciones", dice el jugador sueco. Cuando se le preguntaba si el Barcelona era su retiro dorado, señalaba que el conjunto catalán será el último equipo con el que podrá rendir al máximo nivel, aunque desearía seguir compitiendo hasta los 40 años. Larsson llevará el dorsal 17, ya que el 9, asignado tradicionalmente al delantero centro, sigue en posesión de Patrick Kluivert, a quien el club ha vuelto a animar a que encuentre una salida.
Al recordar la diferencia de nivel entre las Ligas en las que ha participado (Suecia, Holanda y Escocia) y la española, Larsson admite que la Liga es uno de los mejores campeonato del mundo, pero no por ello resta mérito a su dilatada carrera como goleador. "He participado en mundiales y campeonatos de Europa, he jugado ante defensas consolidadas y siempre he marcado goles. Hablaremos al final de la temporada", reflexiona. De su paso por el Celtic y su negativa a renovar, Larsson explicaba que los dirigentes del equipo escocés conocían desde el inicio de la pasada campaña sus planes de emprender una nueva aventura. "Al Celtic lo llevaré siempre en el corazón. Ahora estoy iniciando otro reto", señala.
De su estilo rasta que tanto le caracterizó cuando estuvo en Suecia y sobre todo en Holanda, el nuevo delantero barcelonista señalaba que se rapó la cabeza al cero para cambiar de tendencia. "Era el momento que debía cambiar de imagen. Durante mucho tiempo llevé rastas, pero ya me he hecho grande y respetable. Aunque me gustaba mucho llevar rastas. Mi padre es de Cabo Verde (África)", recordaba.
En su página electrónica en Internet, el jugador barcelonista tiene un apartado en el que describe a un once inicial, en el que está el actual entrenador del Barcelona, Frank Rijkaard. Larsson ha explicado que tenía como referente la Holanda de Ruud Gullit, Marco van Basten, Frank Rijkaard y Ronald Koeman, entre otros, aunque también ha señalado que hace tiempo que no visita su dirección y que posiblemente ahora habría otros jugadores.
Durante la presentación se visionaba un vídeo con algunos goles del jugador y al final el presidente de la entidad, Joan Laporta, le entregaba un cuadro en que aparecía la caricatura del delantero, la misma que servirá al club para promocionar sus actos con imágenes animadas en los que aparecen los jugadores del Barcelona.