L D (EFE) En la sentencia, la sección segunda de la sala de lo penal de este tribunal considera probado que los etarras Legorburu, Galdós y otros terroristas del grupo decidieron "atacar a una tanqueta de la Policía Nacional que diariamente pasaba por el puente de la Magdalena y cuyos ocupantes iban a hacer el relevo en la protección de una central eléctrica".
Los terroristas acordaron lanzar una granada contra la tanqueta y ametrallar a sus ocupantes, y el día elegido para el atentado, el 17 de abril de 1982, se apoderaron a punta de pistola de un vehículo a cuyos propietarios, dos hermanos, "dejaron atados a sendos árboles con cadenas y candados" antes de apostarse en las cercanías del puente de la Magdalena con un lanzagranadas y fusiles de asalto. "Sobre las tres de la madrugada, y cuando el vehículo policial se aproxima, uno de los integrantes del grupo dispara el lanzagranadas, en tanto que Legorburu y Galdós, al tiempo, cubren la acción y disparan ráfagas con las indicadas armas contra los Policías", añade la resolución.
El tribunal considera que los hechos son constitutivos de un delito de atentado con resultado de muerte, ocho delitos de asesinato frustrado, otro de depósito de armas de guerra y uno más de robo de vehículo con toma de rehenes. Además de la pena de cárcel, de la que cumplirán un máximo de 30 años, los etarras deberán indemnizar con 180.300 euros a los familiares del policía fallecido, con 300.000 euros al agente que sufrió la amputación de una pierna y con cantidades de entre 10.000 y 100.000 euros al resto de los heridos.
Los terroristas acordaron lanzar una granada contra la tanqueta y ametrallar a sus ocupantes, y el día elegido para el atentado, el 17 de abril de 1982, se apoderaron a punta de pistola de un vehículo a cuyos propietarios, dos hermanos, "dejaron atados a sendos árboles con cadenas y candados" antes de apostarse en las cercanías del puente de la Magdalena con un lanzagranadas y fusiles de asalto. "Sobre las tres de la madrugada, y cuando el vehículo policial se aproxima, uno de los integrantes del grupo dispara el lanzagranadas, en tanto que Legorburu y Galdós, al tiempo, cubren la acción y disparan ráfagas con las indicadas armas contra los Policías", añade la resolución.
El tribunal considera que los hechos son constitutivos de un delito de atentado con resultado de muerte, ocho delitos de asesinato frustrado, otro de depósito de armas de guerra y uno más de robo de vehículo con toma de rehenes. Además de la pena de cárcel, de la que cumplirán un máximo de 30 años, los etarras deberán indemnizar con 180.300 euros a los familiares del policía fallecido, con 300.000 euros al agente que sufrió la amputación de una pierna y con cantidades de entre 10.000 y 100.000 euros al resto de los heridos.