L D (EFE) Perú ansía acabar con la sequía de éxitos que se prolonga ya durante casi treinta años, desde que ganó esta competición en 1975 por segunda vez, la anterior fue en 1939.
Para emular a grandes jugadores del pasado como Teófilo Cubillas, Héctor Chumpitaz y Hugo "Cholo" Sotil, Perú alineará a sus mejores hombres del momento como Claudio Pizarro, del Bayern de Múnich alemán, Jefferson Farfán, fichado hace unos días por PSV Eindhoven holandés, y el ídolo local Nolberto Solano, del Aston Villa inglés. Enfrente estará Bolivia, a priori un rival accesible para Perú, especialmente porque el equipo del altiplano llega sin sus principales figuras y su rendimiento ha bajado sensiblemente desde que logró la proeza de estar en la fase final del Mundial de Estados Unidos 94.
Bastante más parejo se presenta el duelo entre Venezuela y Colombia, la primera en constante mejoría y la segunda con bastante menos empeño que hace tres años cuando ganó el torneo de forma arrolladora ante el delirio de sus compatriotas. Sólo cuatro jugadores, el defensa Andrés Orozco, los centrocampistas Oscar Díaz y David Ferreira y el delantero Elkin Murillo, quedan del equipo colombiano que se proclamó en 2001 campeón ante México con gol de Iván Ramiro Córdoba. Sin embargo, bajo los palos estará el ídolo del momento en Colombia, el portero Juan Carlos Henao, que se convirtió en un coloso al detener dos penales en el desempate ante el Boca Juniors, lo que permitió al Once Caldas proclamarse contra todo pronóstico campeón la semana pasada de la Copa Libertadores. Todo un hito para el club de Manizales, prácticamente sin pasado en el fútbol continental. Venezuela tiene una meta concreta, lograr por fin el pase a los cuartos de final, como mínimo, y para ello llega avalada por sus recientes éxitos en los partidos de clasificación para el Mundial de Alemania.
A falta de estrellas como los tres "Ro" –Ronaldo, Ronaldinho y Roberto Carlos– Brasil siempre cuenta con jugadores de máximo nivel. En el entrenamiento de este lunes, preparatorio para su debut el jueves ante Chile en Arequipa, explotó el ariete del CSKA de Moscú Vagner Love. El coqueto delantero, conocido como el "artillero del amor" por los pendientes que luce con la inscripción de esa palabra en inglés, marcó tres tantos en la práctica. La actuación de Vagner Love pone en aprietos al técnico Carlos Alberto Parreira, que en principio cuenta para la punta con consumados delanteros como Adriano y Luis Fabiano. Julio Baptista, el goleador esta temporada del Sevilla por quien suspiran entre otros el Barcelona, sigue entre algodones y no se entrenó para que su lesión muscular no le impida alinearse ante Chile.
El técnico argentino Ricardo Lavolpe reiteró en Chiclayo que su único objetivo es ganar para México la Copa América, tras dos subcampeonatos, y para contagiar a todo el mundo de su entusiasmo compareció con una cinta en la cabeza en la que se podía leer "Arriba México". Bastante más comedido, su compatriota Marcelo Bielsa, seleccionador albiceleste, confía en que su experimento de conjugar un equipo compuesto a partes iguales por hombres experimentados y noveles le de resultado, después de su gran debacle en el pasado Mundial. Sobre algunas ausencias notables en su selección, como las de Pablo Aimar y Walter Samuel, de los españoles Valencia y Real Madrid, respectivamente, Bielsa indicó que los jugadores que les sustituyen son opciones válidas. "No suelo analizar ausencias. Me parece que, por ejemplo, Andrés D´Alessandro o Carlos Tevez son opciones válidas de Aimar, o que Gabriel Heinze también lo es de Samuel", aseguró. Por lo pronto, uno de sus antecesores en el cargo, Carlos Salvador Bilardo, ha sido directo: "Argentina no está mal ahora, está mal desde que perdió el Mundial".