L D (Agencias) El secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, ha rechazado vaticinar cuál será el déficit del Estado a final de año, ya que, según dijo, dependerá de los ajustes y gastos adicionales que no habían sido recogidos por el anterior Gobierno y que representan en total un 0,78 por ciento del PIB.
A esto habrá que sumar también la deuda histórica de RENFE, que el Ejecutivo está estudiando asumir, y algunos ingresos extraordinarios que no estaban recogidos los Presupuestos.
Ante estas declaraciones, el secretario general del PP, Mariano Rajoy, reprochó al Gobierno que "juegue" con la credibilidad económica de España y le pidió que "no haga demagogia" con las cuentas públicas y que diga con "claridad" que el Ejecutivo popular no dejó ningún déficit oculto.
Este saldo negativo de las cuentas públicas hasta el mes de junio fue resultado de unos ingresos de 48.007 millones de euros, el 2,6 por ciento menos, y unos pagos de 53.174 millones de euros, el 2,1 por ciento más. En términos de caja -que computa los ingresos y pagos cuando se efectúan y no cuando se comprometen, como hace la contabilidad nacional- el Estado tuvo un déficit entre enero y junio de 6.737 millones de euros, el 2,2 por ciento menos que un año antes.
El secretario de Estado sí avanzó su previsión de superávit para la Seguridad Social, que estará en torno al 0,7 por ciento del PIB (frente al 0,4 por ciento recogido en los presupuestos), e insistió en que, a pesar de las desviaciones presupuestarias en 2004, el Gobierno mantiene su objetivo de alcanzar un superávit del 0,1 por ciento del PIB para todas las administraciones en 2005.
Los ingresos no financieros ascendieron a 66.692 millones de euros (el 2,7 por ciento más), aunque si se excluyen los 19.022 millones cedidos a las comunidades autónomas y corporaciones locales se produjo una caída de la recaudación estatal del 0,8 por ciento. Los ingresos por impuestos directos fueron de 26.966 millones de euros, el 0,5 por ciento menos aunque, una vez descontada la cesión a las administraciones territoriales y locales, el descenso fue del 5,3 por ciento.
La recaudación total por IRPF bajó un 5,3 por ciento (el 13,6 por ciento sólo la parte del Estado), debido al fuerte incremento de las devoluciones, sin embargo, el secretario de Estado calculó que a final de año este tributo acumulará un incremento en torno al cuatro por ciento. El Impuesto sobre Sociedades, no cedido, reportó 4.587 millones, lo que suone un incremento del 17,2 por ciento, a consecuencia del menor número de devoluciones, porcentaje que para el conjunto del año estará alrededor del once por ciento.
Los ingresos totales por impuestos indirectos se elevaron a 32.778 millones de euros, el 5,1 por ciento más, de los que 21.385 (el 2,1 por ciento más) correspondieron al Estado. Además, la recaudación global del IVA creció el 3,3 por ciento, hasta 22.794 millones de euros, y la de los impuestos especiales alcanzó 8.773 millones de euros, el 8,5 por ciento más.
La necesidad de endeudamiento a finales de mayo se situó en 8.915 millones de euros, el 54 por ciento más que un año antes.