(Libertad Digital) El presidente del Gobierno aseguró que el Ejecutivo está dispuesto a ofrecer ante el Parlamento toda la información que tenga sobre las gestiones del anterior Gabinete para que José María Aznar lograra la medalla del Congreso de EEUU, pero subrayó que quien debe responder de ello es el PP.
Rodríguez Zapatero hizo estas consideraciones en la conferencia de prensa que ofreció al término de la reunión celebrada en León por el Consejo de Ministros.
Preguntado por la información difundida por los medios de Polanco, subrayó la disponibilidad del Gobierno para ofrecer toda la información de que disponga sobre ese hecho y precisó que por la naturaleza del mismo y al afectar a un ex presidente del Gobierno, esa información debe ofrecerse en sede parlamentaria.
El contrato sigue vigente pero Zapatero no hará "esas cosas"
No obstante, subrayó que "quien debe responder, en todo caso, es el partido que gobernaba en ese momento", en referencia al PP, y garantizó que él no piensa "hacer esas cosas". Debido a que está en vigor el contrato del Ministerio de Asuntos Exteriores, Rodríguez Zapatero dijo que será el departamento que dirige Miguel Ángel Moratinos el que tendrá que tomar una decisión sobre su cancelación.
Sin embargo, adelantó que este tipo de actuaciones no es de las que "resultan interesantes" al Gobierno en su política exterior y reiteró que la decisión final al respecto la adoptará el Ministerio de Exteriores.
Un contrato habitual que puso en práctica Felipe González
El portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Eduardo Zaplana, rechazó este viernes la acusación de que el anterior gobierno sufragara un contrato para conseguir la Medalla de Oro del Congreso de Estados Unidos para José María Aznar y afirmó que éste tiene como fin "defender los intereses de España".
Zaplana explicó que este tipo de contratos es "habitual" y que es similar al que tienen comunidades autónomas y ayuntamientos para realizar "gestiones que se hacen a través de despachos o de lobbys". Además, calificó como "impropia de un sistema democrático" la actitud del Gobierno socialista de "revisar la gestión anterior con un ánimo revanchista y de linchamiento".