L D (EFE) Berral, que participó en el curso "Actividad física y rendimiento deportivo en la especie humana" dentro de los Seminarios Universitarios de Lucena, resaltó que el avance en la ciencia genética ha permitido que a los métodos clásicos de dopaje "a través del corte sanguíneo y la manipulación farmacológica, se una esta nueva versión de dopaje que está comenzando a practicarse en forma de ensayo".
Explicó que este tipo de estimulación genética consiste en "aislar determinados genes de ADN humano que se sabe que están relacionados con el rendimiento deportivo, como la velociferina, para cultivarlas in vitro y posteriormente introducirlas en el deportista con un llamado vehículo, un liposoma o un retrovirus, que se inyecta en la masa muscular". "Según los expertos internacionales, este dopaje puede llegar a estar bien extendido en los próximos Juegos Olímpicos de Pekín en 2008".
Esta práctica, que "prácticamente no puede llegar a reconocerse salvo con una biopsia, añade mayor fraude al deporte profesional, al desvirtuar la competición además de incrementar considerablemente el riesgo para la salud de los deportistas". Por ello, con este nuevo tipo de dopaje se disparan los peligros para las personas "añadiendo una alta incertidumbre al no saber la gravedad de los efectos secundarios que provocan este tipo de prácticas". Francisco José Berral, resaltó "las grandes cantidades de dinero que mueve el deporte de elite" como principal motivo de que el dopaje "triunfe y los jugadores accedan a experimentarlo".
Explicó que este tipo de estimulación genética consiste en "aislar determinados genes de ADN humano que se sabe que están relacionados con el rendimiento deportivo, como la velociferina, para cultivarlas in vitro y posteriormente introducirlas en el deportista con un llamado vehículo, un liposoma o un retrovirus, que se inyecta en la masa muscular". "Según los expertos internacionales, este dopaje puede llegar a estar bien extendido en los próximos Juegos Olímpicos de Pekín en 2008".
Esta práctica, que "prácticamente no puede llegar a reconocerse salvo con una biopsia, añade mayor fraude al deporte profesional, al desvirtuar la competición además de incrementar considerablemente el riesgo para la salud de los deportistas". Por ello, con este nuevo tipo de dopaje se disparan los peligros para las personas "añadiendo una alta incertidumbre al no saber la gravedad de los efectos secundarios que provocan este tipo de prácticas". Francisco José Berral, resaltó "las grandes cantidades de dinero que mueve el deporte de elite" como principal motivo de que el dopaje "triunfe y los jugadores accedan a experimentarlo".